El sector de telecomunicaciones experimentará un crecimiento medio anual del 2,9% hasta 2028, según el informe Global Telecom Outlook 2024-2028 de PwC, presentado en el Mobile World Congress (MWC) 2025 en Barcelona. Este crecimiento ocurre en un entorno desafiante, caracterizado por el aumento de costos, la competencia y la presión macroeconómica, factores que reducirán el ingreso medio por usuario (ARPU) en torno a un 2% anual.
A pesar de estos obstáculos, el sector encontrará oportunidades en nichos específicos como lo es el 5G, que cuadruplicará sus suscripciones en los próximos cinco años, pasando de 1.790 millones de líneas en 2023 a 7.510 millones en 2028, consolidándose como la tecnología móvil dominante en 2026. Asimismo, el Acceso Inalámbrico Fijo (FWA) se posiciona como la tecnología de banda ancha con mayor crecimiento, con un incremento del 18,3%.
El informe destaca la necesidad de que la industria redefina su modelo de negocio mediante inversiones en infraestructuras digitales, banda ancha e inteligencia artificial. En 2023, el gasto de capital (CAPEX) del sector cayó un 2,3%, pero se prevé que crezca a una tasa del 2,4% entre 2024 y 2028, impulsado inicialmente por el despliegue de la fibra óptica y, posteriormente, por la preparación de las redes para la llegada del 6G.
Colombia y Argentina lideran el crecimiento móvil
Por geografías, los servicios de banda ancha y móviles crecerán un 3,8% y un 4,8%, respectivamente, mientras que los servicios de voz caerán un 1,8%. India (17,2%), Nigeria (9,2%) y Malasia (9%) liderarán el crecimiento en telecomunicaciones.
En el segmento móvil, la mayoría de los países se mantendrán en un rango de crecimiento entre el 0% y el 6%. Sin embargo, Colombia liderará el aumento de ingresos con un 10,5%, seguido de India (10%) y Argentina (9,2%). El crecimiento del número de suscriptores sigue siendo el principal motor de ingresos tanto en mercados desarrollados como en economías en desarrollo. No obstante, el ARPU crecerá lentamente en los países emergentes y disminuirá en mercados maduros con alta competencia.
Se espera que el ARPU de los servicios de telecomunicaciones continúe cayendo en los próximos cinco años. En el segmento móvil, disminuirá un 1,3%, mientras que en la banda ancha fija se mantendrá estable (-0,1%). El ARPU de las telecomunicaciones fijas sufrirá una contracción del 4,7%. En EE.UU., los suscriptores móviles crecerán un 4,9%, pero el ARPU caerá un 1,5%.
El impacto del 5G, IoT e IA
Las redes privadas para clientes empresariales representan otro nicho de crecimiento para el 5G, aunque su mercado global sigue siendo modesto. En la mayoría de los casos, estas redes no requieren estrictamente 5G, sino que los operadores aportan valor al conectar los sistemas internos de las empresas con la red global.
El Internet de las Cosas (IoT) es otro segmento clave, impulsado por la industria automotriz y la movilidad. Se estima que los ingresos de IoT en este sector se duplicarán entre 2023 y 2028, alcanzando los 34.100 millones de dólares. EE.UU. lidera este sector gracias a su ecosistema tecnológico estable, seguido por China.
Sin embargo, la adopción varía según el sector, con avances en industrias como la minería, el petróleo y gas, y los puertos. En fábricas con necesidades de reconfiguración frecuente, el IoT celular con 5G ofrece conectividad de alta fidelidad, superando al Wi-Fi.
Entre las categorías de servicios, el segmento de mayor crecimiento en IoT será el de las plataformas de habilitación de aplicaciones, con un 23,9%, alcanzando los 83.100 millones de dólares para 2028. Le seguirá la consultoría, con un crecimiento del 17,9%, alcanzando los 51.800 millones de dólares. En contraste, los ingresos por conectividad aumentarán un 3,2%, alcanzando los 10.100 millones de dólares.
Mientras que la inteligencia artificial representa una gran oportunidad para el sector, aunque sigue subutilizada. Sus aplicaciones pueden mejorar la experiencia del cliente, optimizar la gestión de operaciones y proteger los márgenes de las compañías. La IA también podría desempeñar un papel clave en la optimización del balance de carga y la orquestación de redes.
