El mercado de operadores móviles virtuales (OMVs) en México vive una etapa de crecimiento acelerado, pero también enfrenta una encrucijada clave: cómo diferenciarse en un entorno donde muchos ofrecen lo mismo. Con más de 27 millones de líneas al cierre de 2024 y una participación cercana al 18% del mercado móvil, los OMVs ya no son un experimento comercial, sino un actor que impulsa innovación, cobertura alternativa y servicios segmentados.

Jesús Romo, director de investigación de telecomunicaciones para América en GlobalData, señaló que el ecosistema de OMVs mexicano ha entrado en una nueva fase de desarrollo. “Estamos transitando hacia una segunda ola de crecimiento, donde los operadores ya tienen mayor experiencia, el usuario es más exigente y las oportunidades de especialización comienzan a definir el éxito”, explicó durante su intervención en Conecta México.

Tras el impulso inicial que trajo la reforma de telecomunicaciones y la apertura del mercado, ahora se observa un momento de consolidación. Romo anticipó que si las condiciones regulatorias y de competencia se mantienen, podría gestarse una tercera etapa marcada por procesos de madurez, alianzas estratégicas e incluso fusiones o adquisiciones entre OMVs.

A nivel regional, el crecimiento es desigual. México, Brasil y Colombia lideran en adopción, mientras otros países aún enfrentan barreras regulatorias o de infraestructura. Sin embargo, se estima que América Latina podría superar los 50 millones de líneas OMV hacia 2025, impulsadas por modelos de negocio flexibles y alianzas con sectores no tradicionales.

Apostar por los nichos: de vender datos a resolver necesidades

Desde la perspectiva operativa, Rocío Villanueva, presidenta de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles Virtuales (AMOMVAC), compartió la experiencia de su empresa al identificar un hueco en comunidades rurales donde, a pesar de existir cobertura, no había servicios comerciales. “La red estaba encendida, pero nadie ofrecía SIMs o servicios. Fue ahí donde vimos que había un hueco enorme por cubrir”, relató.

Esa experiencia fue el punto de partida para “Mujer móvil”, un operador enfocado en llevar conectividad real a zonas tradicionalmente olvidadas. Después de cinco años, Villanueva sostiene que hay un mercado con alta demanda, pero también con retos considerables: altos niveles de cancelación de líneas, dificultad para fidelizar clientes y competencia basada en variables poco diferenciadas.

Villanueva enfatizó que uno de los principales errores del sector es competir únicamente con precio, datos y minutos. “Todos vendemos lo mismo. Si no agregas valor real, es difícil mantener al usuario”, explicó. 

Por eso, su estrategia ha sido apostar por nichos claramente definidos, como el caso de un operador exclusivo para mujeres, que integra servicios adicionales como asistencia emocional, asesoría nutricional, atención financiera y geolocalización con enfoque en seguridad.

“Segmentar no es suficiente. Una vez identificado el nicho, hay que entender qué necesita y cómo ofrecerle algo más que minutos o datos. La tecnología y las alianzas nos permiten vestir al operador con soluciones que realmente importan al usuario”, sostuvo.

El futuro: alianzas, regulación y escalabilidad

Tanto Romo como Villanueva coincidieron en que los próximos años serán decisivos. Los OMVs deberán evitar convertirse en réplicas baratas de los grandes operadores. En cambio, deben apostar por la innovación, el uso inteligente de datos, canales digitales eficaces y un enfoque centrado en la experiencia del cliente.

Romo advirtió que los próximos retos incluirán nuevas obligaciones regulatorias, mayores exigencias tecnológicas —como la necesidad de operar bajo esquemas “full MVNO”— y un consumidor más informado, que cambia fácilmente de proveedor si no encuentra valor. “La fidelidad está en juego constantemente”, dijo.

Además, las alianzas serán claves para el crecimiento sostenible. Desde fintechs hasta cadenas de retail, los OMVs tienen la posibilidad de integrarse con otros servicios y construir ofertas completas, no solo paquetes de telecomunicaciones. La combinación de flexibilidad, cercanía y personalización será esencial para destacar en un mercado competitivo.

A medida que el sector avanza hacia la madurez, se espera que el número total de operadores se estabilice, pero que los modelos más sólidos —aquellos que se adapten mejor a sus audiencias— encuentren nuevas formas de crecer, incluso sin competir por volumen.

La visión de los expertos es clara: los OMVs tienen ante sí una oportunidad única de consolidarse como una alternativa real en el ecosistema móvil mexicano. Pero para lograrlo, deberán transformar su enfoque: de vender conectividad, a crear valor y comunidad.

Imagen: Conecta México

 

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