TIC OMV y Wiki Katat son los primeros operadores móviles virtuales con un enfoque social comunitario en México. Estos operadores son administradas por comunidades, organizaciones y cooperativas indígenas. Su lanzamiento fue en el mes de febrero y están administradas por Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias A.C. y la Unión de Cooperativas Tosepan, ubicadas especificamente en Puebla y Oaxaca. 

El soporte tecnológico detrás de estos operadores es la red mayorista de Altán, que permite que brinda servicios de telefonía e internet 4.5G con cobertura nacional y roaming en Estados Unidos y Canadá. Tradicionalmente, este tipo de redes móviles comerciales no llegaban a zonas rurales del país, de ahí fue que surgió la necesidad de crear un OMV centrado en estas comunidades, que no sólo ofreciera una oferta asequible para los usuarios en estas zonas, sino también para las cooperativas que querían comercializar estos OMV. 

“Son operadores sociales, se enfocan principalmente en la atención a zonas rurales e indígenas. Su modelo está pensado en que sean las propias comunidades locales las que administren el servicio y le den soporte a la gente, que sea un operador cercano en esas comunidades”, explica a Mobile Time Latinoamérica Erick Huerta, coordinador General de REDES A.C. , una organización sin animo de lucro que apoya a organizaciones y territorios indígenas entorno a las comunicación comunitaria.

Las ganancias se destinan para proyectos comunitarios

Esta iniciativa está enfocada en comunidades y grupos comunitarios organizados que quieran usar los recursos obtenidos con la comercialización del OMV en proyectos sociales. Con ese enfoque, su fin no es el lucro, sino la redistribución justa de los ingresos y el fortalecimiento de la comunidad para lograr el bien común.

Por eso, el 15% de todas las ventas regresan directamente a las organizaciones, comunidades y cooperativas. El otro 5% se destina a un fondo social para la creación de proyectos de bienestar y el 10% para la sostenibilidad de TIC y Wiki Katat, que destinan una parte a mantener la plataforma tecnológica. El resto se paga a la red Altán para el mantenimiento de la infraestructura que permite el funcionamiento de la red.

La idea de este enfoque es impulsar el desarrollo económico de las comunidades, compartiendo la administración del proyecto entre sus participantes, promoviendo el ahorro, ofreciendo mejores precios para los consumidores finales y redistribuyendo las ganancias de manera justa entre todos. 

Huerta destaca que, como toda filosofía indígena mexicana y latinoamericana, este proyecto tiene un enfoque en el trabajo y apoyo comunitario: “La estructura es colectiva, no es solo dar soporte técnico, sino que entre los grupos se apoyen mutuamente”. El objetivo también es tener claro a qué iniciativas se destinarán esos recursos que beneficie a toda la comunidad.  

Por ejemplo, un gobierno comunitario puede usar ese dinero para mejorar carreteras, escuelas, universidades o radios comunitarias indígenas. Por ello, la comisión que se les da TIC OMV y Wiki Katat es más alta que la de otros operadores móviles, precisamente por tener un enfoque social.

TIC OMV y WIKI KATAT

El lanzamiento de las redes móviles virtuales TIC OMV y Wiki Katat fue en el mes de febrero en Ciudad de México

Precios y planes móviles a buen precio

En cuanto a precios, los operadores móviles Wiki Katat y TIC OMV, pensando en el consumidor final, han establecido precios más bajos que los de los operadores comerciales, además de extender el tiempo activo de los planes para las zonas rurales. “Estos operadores tienen precios más bajos que los operadores tradicionales, a veces hasta del 60% más bajos. Wiki Katat y TIC OMV tienen dos paquetes específicos de 32 días para las zonas rurales, que cuestan alrededor de 50 o 70 pesos méxicanos”, explica Huerta. 

Los paquetes son iguales en todo el país, pero el paquete ‘Maíz’ está enfocado únicamente para las comunidades indígenas, dirigido a personas que no requieren muchos datos de navegación o usan más mensajes de texto o llamadas, como los adultos mayores. Aunque la ganancia no son muy altas, los operadores las consideran necesarias, ya que son la única forma de comunicación que usan estas personas.

Un operador móvil con impacto social y económico 

Entre las cooperativas que se vincularon a este proyecto están TIC A.C. y la cooperativa Tosepan, que trabajan con las comunidades de Oaxaca y Puebla. En el caso de TIC, son una cooperativa que brindan apoyo en el uso de la red tanto 2G como 4G, mediante redes autónomas de telefonía móvil comunitaria o las de TIC OMV y Wiki Katat.  También están trabajando en proyectos que buscan crear conciencia en el uso de internet.

“Estamos con comunidades lejanas de Oaxaca, que están a tres o cuatro horas de la capital. En algunas han llegado redes de Altán y Telcel, pero se mantiene la telefonía comunitaria para las personas mayores que les interesa más que todo hacer y recibir llamadas, por eso mantenemos esa telefonía 2G”, apunta Marco Luna, que forma parte del equipo de operaciones en TIC A.C.

El acompañamiento se centra en ayudar a estas comunidades no solo a poder operar a través de las redes móviles y obtener los beneficios económicos que ofrece, sino también en apoyar a la población en otros proyectos que estén desarrollando y puedan hacer uso de esos recursos que obtienen.

 “El impacto de TIC en Oaxaca con las comunidades que tienen las redes autónomas o la telefonía comunitaria ha logrado conexiones y canales de comunicación, ya sea con comunidades indígenas de otras zonas del país, pero también hay un impacto fuerte para poder comunicarse con migrantes o familiares que están en Estados Unidos”, agrega Abraham Briones, coordinador de Comunicación en TIC. 

Además del beneficio económico de este proyecto, se impulsa el uso consciente de internet, del software libre, la democracia tecnológica, el uso de redes sociales, entre otros. En algunos casos, también se crean iniciativas que les permita a las personas adquirir un mejor equipo móvil y poder navegar en internet.

Aunque es un proyecto reciente, su impacto ha sido positivo en lo social y económico. “El impacto ha sido agradable, ver que pueden operar parte de la red y contar con sus propios usuarios”, afirma Luna. Por su parte, Abraham señala que el trabajo comunitario es propio de las comunidades, por lo que para la cooperativa el mayor impacto ha sido poder replicar estas iniciativas en otras zonas como Chihuahua, Jalisco, Sonora o Yucatán. 

Mientras que para Erick Huerta estas iniciativas están permitiendo romper con los círculos de pobreza en estas zonas rurales. “Generalmente, cuando llega un servicio de telefonía o internet, si bien genera un beneficio a la comunidad al tener mayor comunicación, también genera extracción de recursos, es dinero que se lo lleva una empresa. En este proyecto, una parte regresa a la comunidad y el servicio es operado por personas de la misma comunidad”, concluye.