¡Ah, el matrimonio! Ese momento mágico en el que dos corazones se unen y… ¡los invitados de la pareja entran en pánico! Hace 34 años, cuando decidí dar el gran paso hacia el altar, no tenía idea del caos que estaba causando a los invitados. Estos, a su vez, tenían que ir personalmente a las tiendas departamentales (¿quién recuerda la lista de bodas de Mesbla?) y explorar en listas escritas a mano qué obsequiar a los jóvenes esposos. Y todo bajo la mirada aburrida de una empleada que parecía estar reviviendo su propio purgatorio personal con cada cliente nuevo. Pero la diversión no terminaba ahí. Después de la luna de miel (donde, seamos honestos, lo último en lo que pensábamos era en ollas y manteles), comenzaba la maratón olímpica de devoluciones de regalos. Imagínennos, aún embriagados de amor juvenil, cargando paquetes por toda la ciudad como si fuéramos repartidores de mudanzas. ¿El objetivo? Cambiar aquella quinta tostadora por algo que realmente necesitáramos… como, quién sabe, ¡una sexta tostadora, pero de diferente color!

Pero las listas de bodas dieron un salto cuántico y evolucionaron hasta convertirse en un verdadero menú aspiracional. Ahora, en lugar de elegir entre la olla a presión y el juego de toallas, los invitados «compraban» experiencias dignas de una película de Hollywood: noches en las Maldivas, brunches con champán y espectáculos en Las Vegas. En realidad, los novios recibían el equivalente en dinero y, al final, podían cambiar aquel «viaje de ensueño» por lo que realmente desearan, de una forma mucho más práctica.

Recientemente, fui invitado a la boda de una pareja muy querida que vive en Israel. Lamentablemente, no podré acompañarlos personalmente, pero tuvieron el detalle de facilitarnos las cosas, proponiendo que podamos contribuir al inicio de su vida juntos a través de Pix, en Brasil, y en Israel mediante Bit, una herramienta clave de pago instantáneo en el creciente ecosistema de pagos digitales de ese país.

Desde su lanzamiento en noviembre de 2020, Pix, el sistema de pagos instantáneos creado por el Banco Central de Brasil, ha revolucionado la manera en que millones de brasileños realizan transacciones financieras. El impacto ha sido profundo: en pocos años, Pix se ha convertido en el medio de pago más utilizado en el país, sustituyendo tanto las transferencias bancarias tradicionales como el uso de efectivo. Sin embargo, esta revolución aún está en sus primeros capítulos. El futuro de Pix promete funcionalidades aún más amplias, ampliando su alcance y eficiencia. La expansión de Pix sigue una agenda de desarrollo continuo, impulsada por una visión de simplificación y democratización financiera. Sin embargo, la evolución del sistema se enfrenta a cuestiones internas del propio Banco Central, que alega «cuestiones organizacionales». En un contexto de limitaciones presupuestarias, un equipo técnico reducido y complicaciones derivadas de la operación estándar de los servidores (que duró diez meses y finalizó en abril de 2024), el ritmo de implementación de nuevas funcionalidades ha sido más lento de lo esperado. Esta falta de recursos y apoyo técnico adecuado puede retrasar la competitividad de Pix en el mercado global. A medida que otros países avanzan con sus propios sistemas instantáneos, Brasil deberá moverse rápidamente para asegurar que Pix se mantenga a la vanguardia. A pesar de estos desafíos, el Banco Central sigue con planes ambiciosos para Pix. Entre las innovaciones previstas están la implementación del Pix por Aproximación, mejorando la experiencia de uso en dispositivos móviles; el Pix Garantizado, convirtiéndolo en una alternativa más robusta a las tarjetas de crédito; y el Pix Retiro y Pix Cambio ya en vigor, que permite a los usuarios retirar efectivo en establecimientos comerciales a través del sistema.

Pronto, el Pix Internacional permitirá que los invitados de esta joven pareja, que vive en Israel, realicen transferencias internacionales con la misma facilidad de una transferencia entre cuentas en Brasil, eliminando la necesidad de intermediarios tradicionales, como SWIFT o grandes operadores de remesas. Esta implementación de la interoperabilidad global podría, a medio plazo, desafiar la hegemonía de las redes de tarjetas en este tipo de operaciones. La integración de Pix con sistemas internacionales como SEPA en Europa y FedNow en Estados Unidos promete revolucionar el mercado de remesas, conectando a Brasil con el creciente ecosistema global de pagos instantáneos.

El modelo disruptivo de pagos instantáneos de Brasil se ha convertido en un referente más allá de sus fronteras, inspirando a otros países de América Latina a innovar en sus sistemas financieros y emergiendo como un catalizador clave en la redefinición del sector financiero en toda la región.

En México existen dos sistemas complementarios: SPEI (Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios) y CoDi (Cobro Digital). SPEI, lanzado en 2004 por el Banco de México, permite transferencias electrónicas entre cuentas de diferentes bancos en unos 30 segundos. CoDi, más reciente, introdujo pagos por código QR y NFC, buscando ampliar la inclusión financiera, un desafío importante en la economía mexicana.

Colombia implementó Transfiya, que permite transferencias en tiempo real utilizando solo un número de teléfono. Además, el PSE (Pagos Seguros en Línea) es ampliamente utilizado para transferencias bancarias directas. El Banco de la República utiliza Pix como referencia para una futura implementación masiva de pagos instantáneos estandarizados.

Chile está en las primeras etapas de implementar un sistema de pagos instantáneos similar a Pix. Lo más cercano se basa en las Transferencias Electrónicas de Fondos (TEF), con una nueva infraestructura en desarrollo para pagos instantáneos. La interoperabilidad de los medios de pago en el país ha avanzado considerablemente, especialmente con el lanzamiento de una nueva Cámara de Compensación de Pagos de Bajo Valor (CPBV). Esta infraestructura tiene como objetivo facilitar transferencias rápidas y seguras entre personas y empresas, con un enfoque en aumentar la eficiencia y seguridad en las transacciones digitales.

Perú cuenta con dos opciones principales: Yape y Plin. Yape, lanzado en 2016, ya cuenta con más de 16 millones de usuarios y ofrece funcionalidades como pagos por código QR. Plin, una de las principales billeteras digitales de Perú, tiene actualmente alrededor de 13 millones de usuarios, lo que refleja su éxito, permitiendo transferencias rápidas y fáciles entre cuentas bancarias, sin necesidad de intermediarios complejos. Su crecimiento se debe, en parte, a la interoperabilidad con otras plataformas como Yape, permitiendo a los usuarios realizar transacciones entre diferentes instituciones financieras.

En Argentina, implementaron Transferencias 3.0 en 2021, un sistema que utiliza códigos QR interoperables para transferencias vía smartphones, implementado por el Banco Central. Además, plataformas como Mercado Pago, MODO y Ualá han ganado una gran presencia en el mercado argentino. Aunque Pix Internacional aún no ha sido lanzado oficialmente, ya se puede utilizar en Argentina gracias a interesantes asociaciones. La fintech argentina kamyiPay, especializada en pagos transfronterizos, convierte el valor de la compra de pesos argentinos a reales y genera un código QR para que el cliente brasileño pague, mediante Pix, usando el app de su cuenta bancaria en Brasil. Beeteller está presente en más de 40 mil establecimientos en Argentina y Paraguay, facilitando transacciones Pix en asociación con la argentina NaranjaX (Banco Galicia) y el paraguayo Ueno Bank, a través de las marcas Wepa, Pagopar y Upay.

Visa, controlando aproximadamente el 60% de las transacciones con tarjetas de débito en EE.UU., enfrenta una intensa disputa con el Departamento de Justicia estadounidense, que la acusa de prácticas anticompetitivas, monopolizando el mercado de débito y perjudicando la innovación y la competencia. Este enfrentamiento destaca el dominio de la gigante de los pagos sobre el sector de tarjetas, especialmente cuando se analizan los números: hasta junio de 2024, Visa procesó aproximadamente 3,8 billones de dólares (unos 21 billones de reales) en transacciones con tarjetas de débito. Solo para comparar, Pix movió impresionantes 11 billones de reales en el primer semestre de 2024, distribuidos en más de 28 mil millones de transacciones.

Sin embargo, las tarjetas de débito aún mantienen relevancia en Brasil. Según la Asociación Brasileña de Empresas de Tarjetas de Crédito y Servicios (ABECS), en los primeros seis meses de 2024, se procesaron 486 mil millones de reales en transacciones de débito, una leve caída del 0,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Aunque el volumen financiero ha disminuido, el número de transacciones subió un 2,8%, alcanzando 8,1 mil millones de operaciones. Esto sugiere que, a pesar del crecimiento de Pix, el uso del débito sigue siendo popular para las compras cotidianas, especialmente en montos pequeños.

Pix, evidentemente, está cambiando esta dinámica, ofreciendo una alternativa sin comisiones para los usuarios y con costos significativamente menores para los comerciantes, que antes dependían de las terminales de tarjeta. Este fenómeno contribuye a la democratización de los medios de pago y a la reducción de los costos asociados a las transacciones financieras, representando una competencia directa con el modelo actual de pagos, que involucra marcas y adquirentes.

A largo plazo, la competencia entre sistemas tradicionales e innovadores, como Pix, seguirá moldeando el escenario global de pagos, fomentando una mayor competitividad y beneficiando tanto a consumidores como a comerciantes.

El Pix, tal como un “padrino digital”, está ayudando a construir puentes entre diferentes sistemas financieros, facilitando los “intercambios de alianzas” entre países e instituciones. Así como los invitados a una boda contemporánea pueden contribuir a la felicidad de la pareja con un simple toque en el celular, las naciones vecinas están inspirándose en el modelo brasileño para crear sus propios “votos” de innovación financiera. Al final, así como un matrimonio exitoso requiere adaptación, compromiso y visión de futuro, el desarrollo continuo del Pix y su integración con otros sistemas internacionales prometen una “luna de miel” duradera para el sector financiero global. Y quién sabe, en un futuro cercano, podremos brindar por la salud financiera con la misma facilidad con la que enviamos un Pix a los recién casados, en cualquier parte del mundo.

¡Felicitaciones a la futura pareja! ¡Y larga vida al Pix!

 

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