La pandemia ha retrasado un poco la implementación del 5G en América Latina. Sin embargo, tras las recientes subastas en Colombia y Argentina, se espera que la instalación de redes se acelere. Este avance coincide con una preocupación global sobre el retorno de la inversión en 5G, presionando a las operadoras a buscar nuevas fuentes de ingreso y a reducir sus costos.

«2024 es el año de aceleración del 5G en América Latina. La pandemia retrasó varias subastas, que se reanudaron desde 2021, empezando por Chile y luego en Brasil», señala Ari Lopes, gerente para las Américas de mercados de telecomunicaciones en Omdia, en una charla con Mobile Time Latinoamérica.

Ari Lopes, de Omdia: «2024 es el año de aceleración del 5G en América Latina»

Un estudio realizado por la consultoría SmC+ estima que en 2022 había 251 mil sitios de redes celulares en la región, y ese número debería aumentar a 559 mil para 2032 para un «desarrollo ideal» del 5G. De estos nuevos sitios, 208 mil serían microcélulas exclusivas para 5G. Esta proyección se redujo desde 2021, que anticipaba 507 mil nuevos sitios para 2030. El ajuste considera un mayor esfuerzo de las operadoras por compartir infraestructura y reducir costos del 5G.

«Por todos lados, la tendencia principal es ser más eficiente en costos, compartiendo la infraestructura pasiva», comenta el CEO y fundador de SmC+, Sebastian Cabello, en una conversación con Mobile Time Latinoamérica.

En este contexto, se considera que las empresas de torres desempeñarán un papel crucial. Actualmente, Colombia y México destacan en América Latina por tener la mejor media de operadoras por sitio, mientras que Argentina y Perú presentan los promedios más bajos.

Tras el lanzamiento de una red 5G, las operadoras suelen destacar la velocidad de esta nueva tecnología, como ocurrió en Brasil y Chile. Sin embargo, ahora se inicia una fase en la que el enfoque se amplía hacia la cobertura y otras características de la red, marcando una evolución en la manera de comunicar y valorar los beneficios del 5G.

Sebastian Cabello, de SmC+: «Por todos lados, la tendencia principal es ser más eficiente en costos, compartiendo la infraestructura pasiva»

«Después de la competencia por velocidad, la cobertura se vuelve relevante. El usuario ya no se conforma con tener 5G solo en su oficina; lo quiere en su casa, en el club, en la calle. También desea rendimiento, con una conexión estable que permita ver videos de alta calidad», menciona Paulo Bernardocki, director de soluciones de red de Ericsson en Brasil.

NSA y la falta de una «aplicación estrella» en 5G

La mayoría de las redes 5G en América Latina se están construyendo bajo el estándar Non-Standalone (NSA). Brasil es una excepción, ya que todas sus operadoras utilizan el estándar Standalone (SA), que es más moderno y ofrece más características. Esta fue una exigencia de Anatel, el regulador brasileño, incluida en las reglas de su subasta.

Tanto en redes NSA como en SA, aún no ha surgido una «aplicación estrella» para el 5G destinada al consumidor final. Las aplicaciones disponibles son las mismas que aparecieron con las redes 4G, pero ahora operando a una velocidad superior.

«El consumidor no ve diferencia, no está motivado a comprar un nuevo plan solo por el 5G», comenta Luciano Saboia, director de investigación y consultoría en telecomunicaciones de IDC en América Latina.

Por otro lado, los usuarios con smartphones 5G naturalmente consumen más datos. Para 2024, Omdia prevé que el 5G represente el 7% de la base de usuarios 5G en América Latina y el 15% del tráfico de datos en las redes móviles de la región.

Paulo Bernardocki, de Ericsson: «Después de la competencia por velocidad, la cobertura se vuelve relevante»

La banda ancha fija inalámbrica (FWA) con 5G podría ser un nuevo servicio para operadoras móviles, aunque la demanda se limita a áreas sin acceso a fibra óptica.

Monetización en el sector B2B

La industria espera que el retorno sobre la inversión en las redes 5G provenga principalmente de la monetización en el mercado corporativo. Existen diversas estrategias en este sentido, como la comercialización del network slicing, un recurso disponible solo para las redes SA. En Brasil, el network slicing ha sido probado para transmitir televisión en vivo en eventos como festivales de música.

Otra vía son los proyectos de Internet de las Cosas (IoT) para fábricas y ciudades inteligentes, aprovechando la capacidad del 5G para conectar muchos dispositivos simultáneamente en una misma área.

El Open Gateway, una iniciativa global de APIs estandarizadas para acceder a recursos de las redes de telefonía móvil, representa también una nueva fuente de ingresos para las operadoras. Brasil tomó la delantera y fue uno de los primeros países en ofrecer comercialmente APIs antifraude de Open Gateway con las tres mayores operadoras al mismo tiempo: Claro, TIM y Vivo.

Y todavía existe el mercado de redes celulares privadas (RCP), pero esto no implica necesariamente espectro con licencia de operadores móviles. Brasil y Chile están a la vanguardia de este mercado en América Latina: sus reguladores ofrecen espectro de bajo costo para proyectos RCP. República Dominicana también reservó una banda para este fin, pero es exclusiva del sector energético. Y Venezuela hizo lo mismo, pero sólo para su petrolera estatal.

Ricardo Pence, de Baicells: «Nuestra expectativa es multiplicar por tres las ventas en 2024»

El fabricante Baicells, especializado en celdas pequeñas 4G y 5G para RCP, ha aprovechado la demanda de estos proyectos en Latinoamérica. “Nuestra expectativa es multiplicar por tres las ventas en 2024. Será el tercer año consecutivo multiplicándonos por tres. Y el mayor crecimiento proviene de las redes privadas”, informa Ricardo Pence, vicepresidente de ventas para Latinoamérica, Portugal y España de Baicells.

Virtualización y desagregación

Otra tendencia global que también impacta a América Latina es la virtualización y desagregación de las redes de telefonía móvil. En 5G, esto debería ganar más fuerza.

Roberto Correa, de Intel: «Técnicamente, puedes virtualizar cualquiera de las funciones de la red. Y las más interesantes son las que requieren más elasticidad»

“Técnicamente, puedes virtualizar cualquiera de las funciones de la red. Y las más interesantes son las que requieren más elasticidad. Cuantos más suscriptores, más recursos se necesitan y entonces vale la pena virtualizar”, dice Roberto Gomes Correa, especialista técnico de Intel Brasil.

Intel también ve un creciente interés en la desagregación de redes de telecomunicaciones en América Latina, especialmente en Brasil, donde la posibilidad de esta arquitectura ya está aceptada en las RFP más recientes para telecomunicaciones móviles. A largo plazo, la desagregación promete una reducción de costos, evitando el llamado “lock-in”, cuando el operador está vinculado a un solo proveedor.

El ejecutivo de Intel cree que las empresas de telecomunicaciones brasileñas reservarán al menos el 10% de sus inversiones en redes este año para probar la arquitectura desagregada. Estos equipos deberían instalarse principalmente en ciudades medianas, fuera de las grandes áreas metropolitanas. Será como una prueba para evaluar los costos y beneficios de esta arquitectura de red.

“La desagregación de redes es una propuesta interesante que promete reducir costos. Pero casi nadie lo ha implementado de forma masiva. Es una tecnología que no está suficientemente madura”, reflexiona Cabello, de SmC+.

Apagado 2G y 3G

Luciano Saboia, de IDC: «Mientras las empresas de telecomunicaciones obtengan ingresos de las redes 2G y 3G, no veo ninguna razón para tener prisa por desconectarlas»

Mientras los departamentos de ingeniería de redes de los operadores luchan por implementar las nuevas redes de quinta generación de la manera más eficiente posible, también comienzan las discusiones sobre el cierre de las antiguas redes 2G y 3G. En América Latina, Brasil lidera el tema, con discusión abierta por Anatel. La idea es liberar espectro para nuevas tecnologías de telefonía móvil, principalmente 5G.

Sin embargo, fuentes consultadas por Mobile Time Latinoamérica entienden que el cierre de 2G y 3G aún tardará mucho en la región, debido a la gran cantidad de dispositivos IoT conectados a ellos, como datáfonos.

“En Centroamérica todavía hay un uso intenso de estas redes por parte de los usuarios finales. Y la prestación de servicios de POS y M2M es muy significativa en Chile, Argentina, Colombia… En Perú es muy representativa, incluso más que en Brasil. Esto funciona sobre 2G y 3G. Considero que este debate sobre la desconexión de las redes es aún muy temprano en otros países. Mientras las empresas de telecomunicaciones obtengan ingresos de las redes 2G y 3G, no veo ninguna razón para tener prisa por desconectarlas”, afirma Saboia, de IDC.

Ilustración de Nik Neves