Durante la conferencia matutina del 13 de agosto, México presentó avances de Olinia, el primer minivehículo eléctrico 100% mexicano, y Kutsari, el proyecto nacional de diseño de semiconductores.
Ambos buscan reducir la dependencia tecnológica del exterior y consolidar capacidades nacionales de innovación, combinando talento de universidades, centros de investigación y empresas globales.
Olinia: un vehículo mexicano para todos
Olinia es un minivehículo eléctrico pensado para movilidad urbana, con un enfoque social que prioriza seguridad y rentabilidad para conductores informales, como los mototaxistas. Su costo de operación será hasta 80% menor que el de mototaxis tradicionales y podrá recargarse en cualquier enchufe doméstico.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) lidera tres áreas estratégicas de su proceso: diseño exterior, diseño interior y sistemas embebidos, mientras que el Tecnológico Nacional de México (TecNM) aporta 34 ingenieros de 20 campus para el tren de potencia y la supervisión técnica.
Esto quiere decir que más de 100 especialistas de 17 estados trabajan a tiempo completo en Puebla, en un modelo de colaboración interinstitucional sin precedentes.
El diseño final de Olinia se develará en septiembre, y la producción piloto está programada para junio de 2026. Estudios preliminares estiman que hasta 500.000 mototaxistas podrían beneficiarse de esta opción eléctrica y de bajo costo.
El vehículo también tiene una identidad cultural, su emblema es una liebre alebrije alada, que simboliza dinamismo, inteligencia práctica y libertad, un guiño a la herencia cultural de México y a la innovación tecnológica, según explicó Roberto Capuano Tripp, coordinador del proyecto Olinia, durante su intervención en la Mañanera del Pueblo.
Kutsari: chips mexicanos para un futuro más soberano
Edmundo Gutiérrez Domínguez, director de Innovabienestar y coordinador de Kutsari, destacó que el proyecto busca ‘integrar a México en la cadena global de semiconductores‘, dominada por Asia (90% de la producción) y EE. UU., para reducir la dependencia de importaciones estratégicas.
Mediante un Centro Nacional de Diseño con sedes en Puebla, Jalisco y Sonora, que ya desarrolla prototipos como un sensor médico de 2,5 mm
El proyecto desarrolló un sensor médico de creatinina de 2,5 x 2 mm, primer prototipo funcional diseñado en el INAOE, y cuenta con tecnología de punta de Intel de 1,8 nanómetros.
El primer contrato comercial se espera para finales de 2025, con un enfoque en la industria médica y de alta tecnología.
Kutsari también tiene un impacto estratégico y social, al formar talento nacional en microelectrónica, fortalecer la competitividad del país y garantizar soberanía tecnológica, colocando a México en el mapa internacional de innovación en semiconductores.
Respecto a ambos proyectos, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó que buscan consolidar una industria nacional en sectores estratégicos, donde la innovación tecnológica se combina con el bienestar social.
Imagen: Presidencia de México.