Un nuevo informe de GSMA titulado “Uso de redes móviles en América Latina”, el primero de una serie de estudios que buscan aportar datos concretos al debate sobre el ‘fair share’ y la equidad en el uso de redes, destaca la presión de las Big Tech sobre las redes móviles y plantea la necesidad de un modelo más eficiente.
Según el informe, la creciente demanda de contenido audiovisual, impulsada por la transición a resoluciones más altas como 4K y 8K, y la popularidad de los eventos transmitidos en vivo, ha sido uno de los principales motores del aumento del tráfico móvil a nivel mundial. Entre 2016 y 2023, el tráfico se multiplicó por 14, y solo en 2023, el crecimiento anual fue mayor que el total de tráfico registrado en 2018.
Se estima que para 2030 el tráfico móvil crecerá en 22 exabytes adicionales (equivalentes a 22 mil millones de gigabytes) en comparación con el año anterior. Esta tendencia ejercerá una presión aún mayor sobre la infraestructura de las redes móviles, que ya enfrentan desafíos para satisfacer la demanda creciente.
América Latina registra un mayor crecimiento
Ante este panorama en la demanda de tráfico, por primera vez la GSMA reúne datos sobre el uso de redes móviles en América Latina. Según el estudio, entre 2016 y 2023 el tráfico total de la región en redes móviles se multiplicó por 14x, representando una tasa de crecimiento interanual del 46%. América Latina presenta tasas superiores a las registradas en América del Norte y Europa. Países como Chile, Perú, Costa Rica y Uruguay se destacarán en este proceso de crecimiento.
Se estima que entre 2024 y 2030 el tráfico total de la región en redes móviles se multiplicará por 3x, representando una tasa de crecimiento interanual del 19%. En 2023, la demanda mensual promedio por conexión en América Latina fue de 7 GB. Chile es el país con la mayor intensidad de uso por conexión en 2023 con 16 GB/mes; también se destacan Perú, República Dominicana, Costa Rica y Guatemala con niveles de consumo superiores a los 10 GB/mes.
Tres grandes empresas dominan el mercado
En la región el tráfico móvil está dominado por tres grandes empresas tecnológicas. Meta, Alphabet (Google) y TikTok son responsables de más del 70% del tráfico de descarga, siendo Meta (Whatsapp, Facebook e Instagram) acaparando casi el 50%, seguida por Alphabet con el 14% y TikTok con el 8%.
El tráfico móvil se distribuye principalmente entre redes sociales (41%), navegación web (29%) y streaming (19%), aunque con algunas variaciones según el país o subregión. Por ejemplo, en Centroamérica y México, las redes sociales representan casi el 60% del tráfico, mientras que en países como Argentina, Chile y Paraguay, el consumo de streaming supera a la navegación web. En la Región Andina, la navegación web y el streaming son las principales fuentes de uso de la capacidad de las redes móviles, representando casi el 75% del tráfico.
‘Fair Share’: un debate necesario
La presión que las grandes plataformas ejercen sobre las redes móviles, combinada con el crecimiento acelerado del consumo de video, plantea importantes desafíos para los operadores de telecomunicaciones en América Latina. Por eso, la discusión sobre el ‘fair share’ está ganando relevancia en un contexto donde la infraestructura debe adaptarse para soportar este aumento masivo en la demanda de datos, mientras que las plataformas digitales continúan monetizando ese tráfico sin asumir parte de los costos.
En entrevista con Mobile Time Latinoamérica, Lucas Gallitto, Director para América Latina en GSMA, señala que tanto la empresa como la industria de telecomunicaciones proponen el modelo de ‘dos caras’, que plantea que tanto los usuarios como los generadores de contenido paguen por el uso de la red. Sin embargo, las Big Tech argumentan que esto implicaría una doble facturación, ya que los usuarios ya pagan por acceder a internet.
“Proponemos un modelo en el que los usuarios finales paguen por consumir contenido y donde las grandes empresas paguen por transmitir contenido y monetizarlo. Al final de cuentas alguien siempre paga, pero lo que buscamos es que los grandes generadores de tráfico enfrenten una señal de precios para ser más eficientes y contribuir a que las redes lleguen más y mejor al mercado”, señala.