El mercado de telecomunicaciones en México mostró un crecimiento significativo durante el tercer trimestre de 2024, alcanzando ingresos de 89.995 millones de pesos mexicanos, un incremento del 5.4% respecto al año anterior. Este crecimiento supera ampliamente el desempeño de la economía nacional, que apenas creció un 1.5% en el mismo periodo, de acuerdo con datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El dinamismo del sector contrasta con el entorno económico y regulatorio complejo que atraviesa el país. Por un lado, el ingreso promedio por usuario móvil (ARPU) disminuyó ligeramente en 0.2% anual, situándose en 143.6 pesos al mes, debido a la creciente base de usuarios en el segmento de prepago. Esto particularmente por los Operadores Móviles Virtuales (OMV).
Crecimiento por operador
Telcel mantiene su dominio con ingresos de 60.331 millones de pesos y una participación del 67% del mercado, aunque el crecimiento anual de sus ingresos por equipos fue negativo (-5.6%). AT&T, en cambio, registró un notable aumento del 14.4% anual, alcanzando 19.341 millones de pesos, impulsado por una estrategia sólida en la comercialización de dispositivos y un crecimiento en la venta de servicios del 6.6%. Los OMVs destacaron con un crecimiento interanual del 48.2%, consolidándose como un segmento en expansión con una participación del 4.6% del total del mercado.
Este panorama se desarrolla en un contexto de incertidumbre política y regulatoria marcado por la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), cuyas funciones serán transferidas al Ejecutivo Federal. Este cambio ha generado preocupación entre los actores del sector por la posible pérdida de independencia regulatoria y las implicaciones para la competencia, especialmente frente a operadores preponderantes como América Móvil de acuerdo con The Competitive Intelligence Unit, firma consultora.
A pesar de los desafíos, el mercado ha demostrado resiliencia y capacidad de adaptación, evidenciada en la diversificación de servicios y la adopción de estrategias comerciales innovadoras. Sin embargo, el futuro del sector dependerá en gran medida de las políticas que adopten las nuevas autoridades para garantizar un entorno competitivo y eficiente en beneficio de los consumidores.