En América Latina, 250 millones de personas aún no tienen acceso a Internet móvil. Pero muchas experiencias están siendo desarrolladas en los países de la región para abordar este problema. Algunas de ellas fueron presentadas en un panel durante el M360, el pasado miércoles 5, en Ciudad de México.
En Colombia, por ejemplo, el gobierno decidió exonerar de impuestos la importación de smartphones que cuesten hasta USD 200. La medida abarató la compra de los dispositivos, aumentando la penetración de smartphones en el país – cabe recordar que Colombia no posee fábricas de smartphones, por lo que todos los productos son importados. Otra iniciativa ha sido el fortalecimiento de redes comunitarias, junto con un trabajo de educación digital para la población.
En República Dominicana, el gobierno creó una especie de Bolsa o subsidio a Internet móvil, en la que da dinero a amas de casa para pagar por el servicio, con la condición de que realicen un curso para desarrollar habilidades digitales con enfoque productivo, para aumentar sus ingresos. 6.500 familias son beneficiadas. El programa dura dos años.
En Perú, el proyecto Internet para Todos ha llevado la conectividad móvil a través de una red OpenRAN a áreas que no contaban con cobertura. Una de las características del proyecto es la combinación de esfuerzos públicos y privados.
Marcos Ferrari, presidente de Conexis, asociación que representa a las operadoras brasileñas, presente en el panel, destacó que una buena parte de las personas desconectadas en Brasil carecen de conocimiento sobre la importancia de la conectividad. Sugiere que el gobierno no solo facilite el acceso a la conectividad, sino que también eduque a la población sobre los beneficios digitales.