Internet para todos en Perú es una iniciativa innovadora que busca cerrar la brecha digital en las zonas rurales del país. Desde su concepción en 2019, Internet para todos IPT ha sido impulsada por una alianza estratégica entre Telefónica del Perú, Meta, Connectivity, BID Invest y CAF, con el propósito de mejorar la vida de las personas mediante la conectividad.

En entrevista con Mobile Time Latinoamérica, Teresa Gomes, CEO de Internet para todos, explica cómo nació este proyecto, el proceso de su ejecución, los desafíos a los que se enfrentaron y las proyecciones que tiene a futuro tanto en Perú, como en otros países de Latinoamérica. 

Mobile Time Latinoamérica: ¿Cómo surgió la idea de Internet para todos en Perú y quienes lideran este proyecto?

Teresa Gomez, CEO Internet para todos

Teresa Gomez, CEO Internet para todos

Teresa Gomes: Internet para todos es una operadora de infraestructura móvil rural que nace en el 2019 de la alianza entre Telefónica del Perú, Meta, Connectivity, BID Invest y CAF. Esta alianza se creó con el propósito de cerrar la brecha digital en Latinoamérica y mejorar la vida de las personas.

Aunque inició en el 2019, es una iniciativa que venía impulsando Telefónica desde 2015 al darse cuenta que existía una gran oportunidad en las zonas rurales. Sin embargo, el modelo típico que se usaba con las operadoras móviles no iba a proveer la necesidad de llevar internet a las zonas rurales. La idea era tener un modelo innovador, colaborativo y sostenible para cerrar esa brecha digital. Por supuesto, Telefónica no lo podían hacer solo, sino que tenían que buscar otros aliados. Meta se unió como primer socio y luego se unieron a este proyecto el CAF y el BID Invest. 

Se escogió Perú como país pionero dado que había una oportunidad importante en el país en cuanto a cantidad de personas que no tenían conectividad o tenían una conexión a Internet débil o mal servicio. Además, en Perú había una ley que se había promulgado en 2013 que encajaba perfecto con el modelo de ‘Network as a service’(NaaS). 

Esta concesión se podía usar en el Perú con el modelo OIMR (Operadora de Infraestructura Móvil Rural), que permite desplegar infraestructura móvil de acceso y de transporte en las zonas rurales y poner esta infraestructura a disposición de las operadoras móviles para que ellas puedan extender el servicio en esas zonas rurales.

Internet para todos no tiene espectro y no necesita comprar espectro al Estado gracias precisamente a esta ley de OIMR. Nosotros no somos una operadora móvil, somos una operadora de infraestructura móvil rural con ciertas características y ciertas facilidades de operación.  

¿Cuál fue la meta que se planteó con Internet para todos en Perú?

Cuando nace Internet para todos en Perú, el objetivo que se tenía era llevar conectividad a 6 millones de personas, el objetivo se planteó de acuerdo a lo que se tenía entendido como poblaciones que no tenían conectividad o tenían mala calidad. 

¿Cuáles son los compromisos que adquirieron cada uno de los socios que se sumaron a iniciativa? 

Los socios tienen diferente participación, pero lo que el modelo de gobernanza entre los socios es que pese a la diferencia de accionariado, las decisiones se toman con igual peso por los cuatro. ¿Por qué se hizo así? porque Telefónica es la que tiene mayor acciones tiene dentro de Internet para todos. Sin embargo, como Internet para todos está brindando el servicio a diferentes operadoras móviles del país, debe que ser muy neutral. Telefónica es socio pero también es un cliente de Internet para todos.  

Internet para todos no tiene como cliente solo a Telefónica, sino que el modelo ofrece servicio a diferentes operadores. Si no se ofrece ese servicio a diferentes operadores de manera compartida en esas zonas rurales, sería muy difícil conseguir que el modelo fuera sostenible para poder desplegar en las zonas rurales.

¿Qué papel desempeña el gobierno peruano en el despliegue e infraestructura?

El Estado ayudó a través de la misma ley promulgada en 2013. Con este modelo de OIMR, nuestra operación es más ligera y la inversión necesaria para operar es menor, principalmente porque no requiere la compra de espectro. Cuando promulgaron esta ley, el Estado sabía que lo estaban haciendo en pro de incentivar la conectividad o las telecomunicaciones en las zonas rurales.

El modelo tiene muchas oportunidades que nosotros hemos explotado. Todo lo que hacemos en estas zonas rurales lo podemos compartir con las operadoras móviles. Además, el mismo modelo o la misma concepción es que utilizamos OpenRan.

Además de esta ley, nosotros iniciamos en el 2019 y en 2020 entró la pandemia. Tuvimos una apertura del Estado cuando tocamos las puertas para ver cómo trabajar en conjunto con ellos para acelerar y dar curso a toda la inversión que teníamos pendiente por ejecutar, como las redes de transporte. En Perú, hay un proyecto de redes de transporte regionales, son 12 proyectos que cubren el país. Esos proyectos fueron hechos con el fondo universal, algunos los tenían culminados y otros aún estaban por terminar. Esas redes se habían hecho específicamente para atender colegios, postas médicas con el internet dedicado. 

¿Cuál es el papel de las otras operadoras en este proceso al vincularse a Internet para todos?

Lo que ha hecho posible que Internet para todos tenga éxito y haya podido avanzar como avanzó es la confianza de las operadoras móviles. No es fácil para una operadora móvil confiar o extender sus servicios a través de un tercero. 

En este caso, las operadoras han contribuido mucho en confiar en el modelo y entender que efectivamente esa es la única manera de llegar a la zonas rurales, a través de un tercero como Internet para todos que construya, opere, mantenga y ofrezca el servicio de manera compartida. Cuando se realiza de manera compartida, es el mismo sitio para los tres; no hay diferenciación en el servicio en cuanto a infraestructura. Aquí, las operadoras se tienen que diferenciar en otras capas del servicio, atención al cliente o paquetes, pero no en la infraestructura.

En este momento, Internet para todos está brindado servicio a tres operadoras móviles. Inició con Telefónica porque Telefónica se comprometió también a ser socio y ser el primer cliente de IPT.  Sin embargo, cerrando el primer año de operaciones de Internet para todos en 2019, ya se había unido Entel, y a finales del siguiente año también logramos que Claro (América Móvil) apostara por este modelo para extender el servicio en esas zonas rurales donde no tenían presencia. 

¿Cuáles han sido los principales desafíos durante la implementación del proyecto y cómo se están abordando?

Uno de los principales desafíos ha sido optimizar la inversión necesaria en esas zonas rurales. Lo que hemos hecho para trabajar esa eficiencia fue apostar por nuevas tecnologías, ya que estas hacen posible que podamos ajustar las soluciones a las necesidades de esas zonas rurales. Otro de los temas que hemos abordado es la infraestructura. La idea es que esa infraestructura tenga estándares abiertos, ya que esto permite más proveedores y los costos son menores. 

No se trata solo de compartir la infraestructura que nosotros ponemos, sino también compartir la infraestructura de otros. Ahí jugó un papel importante el hecho de que el Estado nos haya puesto a disposición esa red que en un principio no estaban para esto, pero que luego entendieron que si la utilizabamos, seríamos un aliado de ellos para extender esa conectividad móvil en la zona rural, ya que inicialmente ellos lo habían hecho para una conectividad fija. 

¿Qué nivel de aceptación ha tenido Internet para todos en las comunidades rurales?

Uno creería que las comunidades están completamente abiertas y felices que lleguemos con conectividad. Esto no es así. Hay un porcentaje de estas comunidades que tienen una desconfianza muy grande de todo el tema de tecnología. Aquí nosotros tenemos que funcionar como sensibilizadores, muy respetuoso también de la cultura, pero haciendo esfuerzos importantes para que se entiendan todos los beneficios que da la tecnología. 

Además, buscamos aliados para sensibilizar, ya que muchas veces el tema de la conectividad no se entiende hasta que generas algún valor tangible para ellos. Por ejemplo,  cuando llegamos con conectividad y un aliado financiero pueda bancarizar a la comunidad y generar beneficios financieros para la gente. 

¿Cómo se está midiendo el éxito y el impacto del proyecto «Internet para todos»? 

Estamos por cumplir los 5 años en mayo, y en estos casi 5 años de operación, hemos logrado conectar a 3.6 millones de personas en más de 18.000 centros poblados del Perú. Esto lo hemos hecho desplegando 4G en 2.300 antenas. El 60% de esas antenas, que ofrecen 4G en todas las zonas rurales del Perú, están conectadas con un transporte terrestre, cuando me refiero a transporte terrestre habló de microondas y fibra óptica que genera más escalabilidad y, además, de esa escalabilidad también confiabilidad en el servicio.

Internet para todos inició con 3.300 sites 2G y con conectividad satelital. Actualmente, estamos con 2.300 sites con tecnología 4G, y el 60% de ellos con un transporte mucho más confiable y escalable. Nos quedan por conectar otros 2.4 millones de personas.

Este es un caso de éxito no solo por la cantidad de centros poblados que hemos podido conectar y la población que hoy puede disfrutar del servicio 4G, sino también porque las tres operadoras móviles están usando el servicio y compartiendo la infraestructura, que para nosotros es muy importante.

Otro de nuestros éxitos es que la compañía ha conseguido la sostenibilidad, es decir, podemos darle continuidad al servicio sin inversiones adicionales de los socios, pues la compañía se sostiene por sí sola y puede dar continuidad al servicio y seguir creciendo.

¿Hay planes de expandir este proyecto a otros países de América Latina?

Dado el éxito de Internet para todos en el Perú, Telefónica está impulsando que esto se haga en otros países de Latinoamérica, los dos bancos de desarrollo también están interesados en hacer esa inversión en otros países. Los países en los que más está trabajando Telefónica es Colombia, es el más fuerte que se está comentando, pero lo han pensado también en Ecuador, en Chile o donde esté operando Telefónica con zonas rurales.