La exclusión financiera sigue siendo un desafío para los migrantes latinoamericanos en países de Europa, donde la mayoría se enfrentan con barreras de acceso al sistema financiero tradicional. ÍKualo, una fintech nacida en España, busca transformar esta realidad al ofrecer soluciones bancarias diseñadas específicamente para los migrantes.
Harold Correa, fundador de ÍKualo
La historia de ÍKualo nace con la experiencia personal de su fundador, Harold Correa, un migrante colombiano quien ha vivido de primera mano las dificultades de acceder a servicios financieros básicos. «ÍKualo nace de mi propia experiencia, enfrentándome a un sistema financiero que no nos incluye», comenta su fundador a Mobile Time Latinoamérica.
Aunque los migrantes representan una fuerza económica clave en España, contribuyendo con el 3% del PIB, los migrantes permanecen marginados por la banca tradicional, quienes no pueden acceder a una cuenta bancaria y mucho menos a créditos. Ante esta situación, Harold, que es ingeniero, decidió crear esta plataforma, «comencé creando el código hace tres años, mientras tramitábamos la licencia de entidad de dinero electrónico, lo que tomó dos años y medio».
Un servicio diseñado para la comunidad migrante
Para un migrante abrir una cuenta bancaria puede convertirse en una odisea, por lo que esta startup ofrece una solución simple y rápida. «En solo 7 minutos puedes abrir una cuenta bancaria con tu pasaporte, sin necesidad de más documentos. Es acceso financiero inmediato y seguro», explica Harold.
Además, la plataforma permite a sus usuarios realizar transferencias internacionales con un tiempo de envío de tan solo 30 segundos hacia América Latina, eliminando los costos altos y los retrasos asociados a los servicios tradicionales.
«Facilitamos transferencias rápidas y accesibles, pero nuestro objetivo va más allá. Queremos ser ese puente que conecta a los migrantes con sus familias, asegurando que cada euro que envían llegue completo y sin complicaciones», señala.
Desde su lanzamiento, ÍKualo ha logrado captar la atención de una comunidad diversa de usuarios. El 36% de sus clientes son colombianos, seguidos de venezolanos, peruanos y argentinos, reflejando la fuerte demanda de servicios financieros accesibles en la región.
«Los migrantes no solo buscan enviar dinero, también necesitan estabilidad financiera en su día a día. Hemos diseñado un sistema que no solo les permite gestionar sus finanzas de manera efectiva, sino también construir un futuro más seguro», afirma.
Esta iniciativa también ha resultado útil para migrantes de otros continentes, «La aplicación está disponible en 8 idiomas, lo que facilita su adopción por migrantes de Asia y África», agrega.
Desde su creación, la plataforma logró en solo seis meses 660.000 usuarios con un mercado de remesas que mueve 17.500 millones de euros al año. «Hemos tenido una acogida espectacular porque atendemos una necesidad que otros no han querido cubrir.»
Expansión de Íkualo a otros mercados
Con sede en España, ÍKualo tiene planes de expansión hacia el Reino Unido y Colombia, dos mercados estratégicos para continuar su misión de inclusión financiera. «Nuestro objetivo no es solo ser un banco digital, sino una red de apoyo para los migrantes en todo el mundo», comparte.
Además de las soluciones actuales, la fintech planea ofrecer microcréditos y otros productos financieros que empoderen a sus usuarios y les permitan prosperar. «Queremos darles herramientas para construir un futuro, no solo para ellos, sino para las comunidades que dependen de ellos», concluye.
