Las remesas y transferencia trasnacionales representan una fuente crucial de ingresos para millones de familias en Latinoamérica y a pesar de ello, los sistemas de pago digital continúan fragmentados entre bancos, fintechs y esquemas locales cerrados, lo que dificulta las transacciones debido a la falta de interoperabilidad.
En este panorama, Interledger Foundation propone un cambio de paradigma, una red abierta, sin fines de lucro, para la transferencia de valor a través de cualquier tipo de cuenta. Es decir, sin importar si se hace desde un banco tradicional, una fintech, una billetera móvil o incluso una infraestructura comunitaria.

Briana Marbury, CEO de Interledger (Foto: Aline Sarmiento)
Durante una entrevista con Mobile Time Latinoamérica, Briana Marbury, CEO de Interledger, detalló cómo la fundación está construyendo una infraestructura de pagos basada en protocolos abiertos que prioriza la interoperabilidad, la neutralidad tecnológica, la privacidad de los usuarios y la eficiencia en los costos.
Una red que no compite con plataformas de pagos existentes, sino que busca conectarlas entre sí sin depender de un actor central o de estructuras propietarias.
¿En qué consiste la solución de Interledger ?
De acuerdo con Marbury, Interledger no es un sistema de pagos ni una plataforma de billetera digital, es un protocolo de código abierto que actúa como una capa de interoperabilidad para transferencias de valor entre diferentes sistemas financieros. Su función es similar a la del protocolo TCP/IP en internet, que permite que dispositivos distintos se comuniquen entre sí sin importar su proveedor.
En este caso, Interledger permite que pagos y transacciones puedan fluir sin fricciones entre bancos, billeteras digitales, plataformas blockchain y otros servicios, sin que tengan que estar directamente integrados unos con otros.
“Interledger permite que los valores se muevan entre redes que de otra manera no estarían conectadas. Es una infraestructura que promueve la inclusión financiera, sobre todo en regiones donde la gente usa distintos servicios que no se comunican entre sí.”
Por ejemplo, se puede interconectar un banco en Estados Unidos, una wallet en México y una app comunitaria en Colombia, mediante “connectors” que actúan como puentes entre diferentes ledgers o sistemas de contabilidad. “Queremos que mover dinero sea como enviar un mensaje de texto, sin fricciones, sin comisiones ocultas, sin depender de una sola empresa que intermedie todas las transferencias”, puntualizó.
Estos connectores pueden ser operados por terceros como banco comunitarios que no tienen acceso a la información financiera de los usuarios ni a los fondos involucrados. Además, cada transacción utiliza tokens efímeros de autenticación y no deja registros centralizados, lo que refuerza su enfoque de privacidad y seguridad por diseño.
En ese panorama, la interoperabilidad es esencial para construir un sistema financiero incluyente, especialmente en regiones como Latinoamérica, donde coexisten múltiples plataformas, bancos y sistemas de pago que no siempre están conectados entre sí. Dicha fragmentación crea fricción, incrementa los costos y excluye a millones de personas del acceso fluido a servicios financieros.
“Cuando los sistemas son interoperables, puedes construir una red abierta que conecta a todos (…) no necesitas tener la misma aplicación o estar en el mismo banco para enviar o recibir dinero» , destacó Marbury.
Interledger apoya a bancos comunitarios
En México, Interledger colabora con People’s Clearing House (PCH), una organización que busca operar como una cámara de compensación comunitaria para facilitar pagos digitales entre cuentas rurales, bancos pequeños y sistemas de ahorro comunitario. PCH ya ha iniciado el proceso regulatorio ante el Banco de México para obtener licencia como transmisor de dinero, lo que permitiría probar el modelo a mayor escala dentro del marco legal local.
“Los bancos comunitarios tienen la confianza de sus comunidades, pero no tienen herramientas modernas. Nosotros les damos una forma de conectarse al mundo digital sin perder su autonomía”, afirmó Marbury.
En paralelo, Interledger apoya a bancos comunitarios y fintechs emergentes en Argentina, Colombia y Chile, ofreciéndoles recursos financieros y asistencia técnica para desarrollar interfaces de programación (APIs), adoptar arquitecturas modulares y mejorar su infraestructura para interoperar con otros sistemas.
Transferencias internacionales casi gratuitas
Uno de los principales objetivos de Interledger Foundation es reducir a niveles marginales el costo de transferencias transfronterizas. Marbury citó el caso de trabajadores migrantes que envían remesas que se ven mermadas debido a comisiones por conversión de divisas, intermediarios y transferencias interbancarias.
De acuerdo con la CEO, a diferencia de blockchains públicas como Bitcoin o Ethereum, Interledger no depende de validadores globales ni de procesos de consenso costosos, lo que también reduce su huella energética y latencia. Además, su arquitectura está pensada para escalar rápidamente, permitiendo transacciones en milisegundos con costos operativos cercanos a cero.
“Queremos que la gente deje de pagar por mover su propio dinero. Eso es el corazón de Interledger: justicia económica y conectividad financiera real”, concluyó Marbury.
Gobernanza y cumplimiento regulatorio desde el diseño
Respecto al cumplimiento normativo, la vocera dijo que cada entidad que se conecta a la red debe cumplir con las leyes de su jurisdicción, incluyendo normas de conocimiento del cliente (KYC), prevención de lavado de dinero (AML) y protección de datos. La fundación actúa como facilitadora tecnológica y proveedora de estándares, no como una entidad financiera per se.
“En vez de esquivar las reglas, las integramos desde el diseño. No promovemos zonas grises, promovemos infraestructura confiable, auditable y legal”, enfatizó Marbury.
Además, Interledger mantiene diálogo constante con organismos públicos y agencias de transformación digital en varios países. En México, ha establecido puentes con la Agencia de Transformación Digital del Gobierno y otras instituciones, con el fin de garantizar que su modelo de red sea compatible con las iniciativas nacionales de identidad digital, banca abierta y plataformas como Llave MX.
En última instancia, Interledger busca que mover dinero sea tan simple como enviar un correo electrónico o un mensaje por WhatsApp. Sin comisiones elevadas, sin fricciones regulatorias innecesarias y sin depender de monopolios digitales. Una red sin dueños, pero con reglas claras y supervisión distribuida.
La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.