La Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa estatal encargada de la generación y distribución de energía eléctrica en México, renunció oficialmente a su concesión mayorista de telecomunicaciones. Esta decisión le permite asumir un papel clave en la administración de Altán Redes, la compañía que opera la Red Compartida, un proyecto de infraestructura móvil diseñado para expandir la conectividad en todo el país.

La decisión se da después de que adquiriera el 49% de las acciones de Altán Redes, 24% de los derechos corporativos y 23% de la participación en los derechos fideicomisarios, convirtiéndose en uno de sus principales socios, bajo ciertas condiciones impuestas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el organismo regulador del sector en México.

La medida, que buscaba evitar una concentración excesiva de poder en el mercado y garantizar que haya condiciones equitativas para todos los actores de la industria, fue aceptada y CFE la hizo oficial mediante un documento firmado por su representación legal y presentado al IFT el 14 de febrero, según la resolución del IFT.

Con este cambio, la CFE obtuvo el 23,08 % de los derechos fideicomisarios de Altán Redes y el 48,63 % de su capital social, lo que le otorga la posibilidad de designar a dos miembros dentro del Consejo de Administración de la empresa.

¿Por qué la CFE tenía una concesión de telecomunicaciones?

Aunque la CFE es conocida principalmente por su rol en el sector eléctrico, en 2023 obtuvo una concesión mayorista de telecomunicaciones que le permitía vender capacidad de red a otras empresas del sector fijo, como Telmex, Izzi, Totalplay y Megacable. Con este esquema, la estatal podía ofrecer su infraestructura a terceros para que estos comercializaran servicios de internet y telefonía fija al consumidor final.

Sin embargo, Altán Redes ya contaba con un permiso similar y competía en el mismo segmento. Esto generó preocupaciones en el IFT, ya que la CFE buscaba simultáneamente un lugar en la dirección de Altán Redes, lo que podría dar lugar a una concentración de poder en el mercado mayorista de telecomunicaciones.

Para prevenir, el regulador determinó que la CFE debía renunciar a su concesión mayorista antes de poder participar en la administración de Altán Redes. La empresa estatal aceptó esta condición y notificó su renuncia el 21 de febrero de 2025.

El papel de Altán Redes en la Red Compartida

Antes de esta operación, la CFE ya tenía acuerdos con Altán Redes a través de su filial CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE TEIT). Bajo estos convenios, la CFE proporcionaba torres y antenas para el despliegue de la Red Compartida, mientras que Altán le otorgaba acceso a su red para que la estatal pudiera operar como OMV y ofrecer servicios de conectividad en comunidades de difícil acceso.

Con la nueva estructura, la CFE tendrá un mayor control en la toma de decisiones dentro de Altán Redes, lo que podría redefinir la estrategia de la Red Compartida y su impacto en el mercado de telecomunicaciones.

Por su parte, Altán Redes es una empresa público-privada que opera la Red Compartida, una infraestructura de telecomunicaciones creada con el objetivo de ampliar el acceso a servicios móviles en zonas donde las grandes operadoras privadas no tienen cobertura. Este proyecto funciona en la banda de 700 MHz y actualmente presta servicio a más de 20 millones de usuarios en México.

La Red Compartida es clave para Operadores Móviles Virtuales (OMVs), empresas que no cuentan con infraestructura propia y dependen de redes como la de Altán para ofrecer sus servicios. Con la CFE en un rol directivo dentro de Altán, el IFT ha expresado preocupaciones sobre posibles riesgos a la competencia, ya que la estatal podría influir en precios, tiempos de atención o condiciones de servicio que afecten a estos operadores.

Las preocupaciones del IFT

Aunque tanto la CFE como Altán aseguraron que esta fusión no afectará la competencia ni dará ventajas indebidas a la estatal, el IFT señaló que hay riesgos potenciales. Entre ellos, destaca la posibilidad de que ambas compañías coordinen estrategias comerciales en beneficio propio, lo que podría perjudicar a otras empresas del sector, especialmente a los OMVs que dependen de la Red Compartida.

Es por eso que el regulador impuso condiciones para tratar de garantizar la neutralidad de la red y evitar que la CFE utilice su posición dentro de Altán para beneficiarse sobre sus competidores. Sin embargo, algunos especialistas advirtieron anteriormente que la desaparición del IFT podría debilitar la supervisión de estas condiciones, permitiendo que la CFE expanda su influencia en el mercado sin restricciones.

La imagen de arriba fue creada por Mobile Time con inteligencia artificial.

 

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