En una operación valuada en 1.245 millones de dólares, Telefónica anunció la venta de su filial en Argentina a Telecom. La compañía argentina oficializó la adquisición mediante un comunicado.
Con esta compra, Telecom, cuyo accionariado está compuesto por Cablevisión (Grupo Clarín) con un 40%, Fintech (David Martínez) con otro 40% y un 20% perteneciente a otros inversores, se impuso a otros grandes jugadores del sector que también mostraron interés en adquirir las acciones de Telefónica, entre ellos DirecTV (Grupo Werthein), Telecentro, LibertyGlobal, Claro y Alpha Media.
Las operaciones de Telefónica en Argentina representan actualmente el 32% del mercado, y con esta adquisición, Telecom se compromete a continuar invirtiendo en infraestructura.
Gobierno argentino preocupado por monopolio
El Gobierno argentino, a través de la Oficina del Presidente, emitió un comunicado oficial en el que informó que el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD) evaluarán la operación para determinar si esta adquisición podría derivar en la formación de un monopolio.
El comunicado destaca que esta compra podría significar que aproximadamente el 70% de los servicios de telecomunicaciones queden en manos de un solo grupo económico, lo que podría atentar contra la libre competencia y afectar el proceso desinflacionario que atraviesa el país. El Gobierno Nacional reiteró su compromiso con la regulación de las transferencias y adquisiciones en el sector de las telecomunicaciones, en línea con las prácticas de otros países de Occidente.
El comunicado oficial también resalta que la inflación en el segmento de las comunicaciones ha descendido del 15,6% en diciembre de 2023 al 2,3% en enero de 2025, y el Gobierno está determinado a evitar cualquier situación que pueda afectar la estabilidad de precios y la accesibilidad de los servicios de telecomunicaciones para los usuarios.
Estrategia de desinversión de Telefónica
Esta compra obedece a la intención de Telefónica de abandonar sus operaciones en varios mercados de América Latina. Desde 2019, la empresa española ha llevado adelante una estrategia de desinversión en su unidad de Hispam para enfocarse en sus mercados principales: España, Alemania, Reino Unido y Brasil. En los últimos años, la compañía ha vendido sus operaciones en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá y Costa Rica.
En ese proceso, se ha conocido la última semana la intención de comprar su filial en Uruguay, que cuenta con 1,4 millones de clientes y es el mayor operador privado del país, donde buscaría optimizar sus operaciones ante la caída de ingresos y la alta inversión que exige el sector de telecomunicaciones en la región.
Además, Telefónica del Perú solicitó un Procedimiento Concursal Ordinario (PCO) ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) con el objetivo de reestructurar sus obligaciones financieras y garantizar la continuidad de sus servicios a más de 13 millones de clientes en el país.
Pese a estas desinversiones, Telefónica mantiene su presencia en la región y recientemente anunció una inversión de 500 millones de dólares en Venezuela para desplegar tecnología 5G y fortalecer su red 4G/LTE.