La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) autorizó, bajo estrictos condicionamientos, la integración empresarial entre Colombia Móvil S.A. E.S.P. (Tigo) y Colombia Telecomunicaciones S.A. E.S.P. BIC (Movistar), una operación que podría transformar el mapa competitivo del sector de telecomunicaciones en Colombia.

La decisión se tomó tras una extensa evaluación iniciada en diciembre de 2024, cuando ambas compañías solicitaron la preevaluación del negocio. La SIC ordenó publicar la operación en enero de 2025 para recibir comentarios de terceros interesados, en cumplimiento de la Ley 1340 de 2009.

Durante el periodo de observaciones, la Superintendencia recibió comentarios de varios jugadores del mercado, entre ellos Claro, DirecTV, ETB, WOM y la Asociación Colombiana de Usuarios de Internet. Los intervinientes expresaron preocupaciones sobre el eventual impacto de la operación en la competencia, los precios al usuario y la dinámica del mercado móvil.

“Estábamos en el peor escenario posible: un solo operador dominante. Aquí estamos creando condiciones para que surja un segundo bloque que pueda competir”, señaló la superintendente Cielo Rusinque, en rueda de prensa.

Autorización condicionada

En la resolución, publicada este jueves 13 de noviembre, la SIC autorizó la integración, pero dejó claro que su ejecución queda sujeta al cumplimiento de condicionamientos específicos. Estos buscan evitar riesgos anticompetitivos y garantizar que las reglas del mercado no se vean afectadas en detrimento de los usuarios.

La autoridad enfatizó que la unión podría facilitar la coordinación técnica entre Tigo y Movistar, especialmente en el funcionamiento de sus núcleos de red y el Network ID. Por ello, ordenó garantizar su separación e independencia técnica, con el fin de evitar que la información que fluye por estas plataformas derive en coordinación indebida o en ventajas competitivas por fuera del marco regulatorio.

Según la resolución, la exclusión del núcleo de red del esquema de integración permitiría que ambas empresas mantuvieran la independencia técnica necesaria para competir en los mercados.

Otro de los riesgos más relevantes identificados por la SIC está asociado a terceros, especialmente operadores móviles virtuales (OMV) y proveedores que dependen del roaming automático nacional.

El organismo determinó que la integración podría generar incentivos para modificar de manera arbitraria los acuerdos con estos actores o aumentar tarifas a través de esquemas de “doble marginalización”.

Por ello, la entidad ordenó mantener y respetar las condiciones mayoristas existentes, de forma que los pequeños operadores puedan continuar compitiendo en igualdad de condiciones.

Evitar deterioro de la calidad del servicio

La SIC también advirtió sobre riesgos en cobertura y calidad. El plan de eficiencia presentado por la futura NetCo, una empresa conjunta de infraestructura de las dos empresas que busca desplegar de forma eficiente tecnologías como 5G, sin alterar la competencia directa en la oferta de servicios al usuario final, incluía el “desmantelamiento de 2.084 sitios de infraestructura”, una reducción que podría afectar a usuarios en zonas rurales o de difícil acceso.

Para la Superintendencia, esta disminución de antenas podría “generar un impacto negativo para los usuarios y contrarrestar los beneficios esperados de la integración”, por lo que el proceso queda supeditado al cumplimiento de obligaciones destinadas a evitar afectaciones en cobertura.

Además, Tigo y Movistar deberán conservar los planes actuales de sus usuarios sin eliminarlos, modificarlos o restringirlos. Esta medida busca evitar que la integración derive en aumentos de precios o en la desaparición de ofertas competitivas.

La autoridad advirtió que el incumplimiento de dichos condicionamientos podría derivar en sanciones, incluida la reversión de la operación. Asimismo, ordenó notificar a las empresas involucradas, publicar la versión pública de la resolución y coordinar con entidades como el Ministerio TIC, la CRC y la Agencia Nacional del Espectro.

Todos los condicionamientos estarán acompañados de vigilancia permanente, reportes obligatorios y la participación de auditores independientes. El incumplimiento podrá acarrear multas de hasta 100.000 salarios mínimos (más de 160.000 millones de pesos).

Las medidas tendrán una vigencia inicial de cuatro años o hasta que la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) emita nuevas normas aplicables.

WOM expresa preocupación por una posible estructura duopolística

Paralelamente a la decisión, WOM Colombia envió una carta abierta al presidente Gustavo Petro expresando preocupación por la integración. En el documento, el operador advierte que permitir la unión entre Tigo y Movistar crearía un duopolio en el que dos actores —Claro y Tigo-Movistar— concentrarían más del 90% del mercado móvil colombiano.

Según WOM, una estructura de este tipo podría traducirse en aumento de precios para los consumidores, reducción de la cobertura, ampliación de la brecha de conectividad, y mayor desigualdad territorial y socioeconómica.

La compañía pidió al Gobierno que, si la integración avanza, se impongan condicionamientos estrictos que permitan la supervivencia y el crecimiento de los operadores más pequeños, y que aseguren un entorno competitivo en beneficio de los usuarios.

Al respecto, la superintendente señaló que “no podíamos equiparar a WOM con los OMV porque tienen modelos de operación y obligaciones completamente diferentes” y añadió que “nada en esta decisión es arbitrario; todo responde a análisis técnicos y mesas de concertación”.

Reacciones de las empresas

Ante el anuncio de la SIC, la dos empresas manifestaron su satisfacción con la decisión. Millicom afirmó que recibió positivamente la decisión de la SIC y que se encuentra analizando a detalle la resolución.

“Valoramos este paso, que representa un avance más hacia el cierre de la transacción”, señaló, y  reafirmó su compromiso con el desarrollo digital del país y con impulsar la conectividad, la innovación y el crecimiento económico.

Por su parte, Telefónica Colombia destacó que la determinación representa una oportunidad para fortalecer el sector. “Los grandes beneficiados serán los colombianos, que contarán con un operador con capacidad de inversión para llevar más rápido las ventajas de la conectividad y la tecnología”, aseguró.

Un debate que aún continúa

La integración Tigo-Movistar es considerada una de las decisiones más importantes para el futuro del sector en la última década. Aunque la SIC ya emitió su autorización condicionada, aún podrían presentarse recursos, ajustes regulatorios y pronunciamientos de otras autoridades.

El sector permanece atento a los próximos pasos, especialmente en un contexto en el que el presidente ha reiterado su postura de combatir las posiciones dominantes y fortalecer la competencia en mercados estratégicos como las telecomunicaciones.

 

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