El despliegue de redes 5G avanza a paso firme en diversas regiones del mundo, pero Latinoamérica, en particular México, muestra señales de rezago. Según Santiago Yunes, de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), América Latina ha sido superada por África en número de redes 5G activas, con 56 frente a las 50 de las que tiene la región. La razón se debe a factores regulatorios, financieros y de política pública que han limitado su expansión.
Mientras regiones como Europa y Asia concentran la mayoría de las 5G activas globales, con 122 y 76 respectivamente, Latinoamérica se enfrenta a licitaciones costosas, fragmentación del espectro y falta de continuidad institucional. México, en específico, opera 5G sobre espectro previamente asignado o rescatado del mercado secundario, lo que ha frenado su adopción plena y su impacto en sectores estratégicos.
México tiene un “pseudo 5G”
Según detalla el informe, uno de los obstáculos centrales ha sido la ausencia de licitaciones efectivas para bandas medias —como la de 3.5 GHz, clave en la mayoría de los despliegues globales—, que permanece ocupada por concesiones heredadas y sin una estrategia clara de reorganización. A esto se suma la cancelación de la licitación prevista para 2024, luego de que la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) solicitara su suspensión, argumentando la transición institucional hacia la nueva Comisión Reguladora de Telecomunicaciones.
El resultado es un entorno de incertidumbre para los operadores, que se enfrentan a altos costos de espectro y a obligaciones poco atractivas para desarrollar una red de nueva generación con verdadero alcance nacional. Sin claridad en las reglas, México se mantiene atado a lo que el informe denomina “pseudo-5G”: servicios anclados en arquitectura 4G incapaces de alcanzar las velocidades, latencias y capacidades que distinguen a esta tecnología.
Aunque México cuenta con condiciones para detonar su ecosistema 5G, que van desde corredores logísticos hasta hubs automotrices y zonas manufactureras que requieren baja latencia, alta capacidad y redes privadas para habilitar tecnologías como IoT y automatización industrial. Según el estudio, estas ventajas competitivas seguirán sin aprovecharse sin una hoja de ruta clara, con calendarios improrrogables de subastas y tarifas de espectro acordes a la realidad del país.
De acuerdo con The CIU, más allá del retraso actual, el verdadero riesgo es que México quede al margen de la transformación digital global. En la medida en que los países avanzan hacia nuevas aplicaciones como la conducción autónoma, las ciudades inteligentes y la manufactura avanzada, la falta de conectividad de nueva generación podría convertirse en una barrera para la competitividad nacional.
Brasil, Chile y Colombia lideran la región
Frente al estancamiento mexicano, otros países latinoamericanos han optado por acelerar sus agendas digitales. Brasil encabeza el despliegue con siete redes activas, resultado de su licitación de 2021 que incentivó inversiones de Claro, TIM y Vivo.
Chile ha canalizado esfuerzos para extender la cobertura de 5G a través del sector público e industrial, mientras Colombia avanza con una visión estratégica enfocada en sectores como la educación, la telemedicina y la infraestructura digital.
Incluso países que estaban rezagados, como Costa Rica y Panamá, han dado pasos hacia la modernización digital con licitaciones exitosas en 2024. Costa Rica adjudicó bandas medias y milimétricas a siete operadores, y Panamá liberó espectro clave en la banda L y 3.6 GHz, lo que permitirá la activación comercial de redes este mismo año.
La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.