El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dijo encontrarse preocupado en un comunicado de prensa. Esto, tras la aprobación de un presupuesto de apenas 500 millones de pesos mexicanos para 2025, representando un recorte superior al 70% respecto al monto solicitado.
Dicho ajuste llega en un momento en el que las facultades del regulador serán distribuidas entre tres nuevas entidades tras su eventual desaparición, anunció la presidenta Claudia Sheinbaum, durante su conferencia de prensa matutina.
La presidenta justificó la eliminación del IFT y otros órganos autónomos bajo el argumento de que limitan la capacidad del Estado en la toma de decisiones de mercado. Según ella, la creación de estos organismos se originó para minimizar la intervención estatal, una práctica que considera contraria a los intereses nacionales.
Por su parte, el IFT advierte que la asignación presupuestal no garantiza el cumplimiento de compromisos internacionales, como los establecidos en el T-MEC, que requieren un regulador imparcial e independiente en telecomunicaciones y competencia económica.
Redistribución de facultades del IFT
La transformación que el marco regulatorio de las telecomunicaciones en México será de la siguiente manera:
- Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones: Encabezada por José Antonio Merino, esta nueva entidad será responsable de diseñar y dirigir las políticas de telecomunicaciones y radiodifusión. Asumirá tareas clave, incluyendo la supervisión de medidas asimétricas en mercados dominados por empresas como América Móvil.
- Ente descentralizado de la Secretaría de Economía (SE): Tendrá la tarea de vigilar la competencia económica, incluyendo la investigación de barreras al mercado y prácticas monopólicas, con el objetivo de reducir la concentración de servicios y productos.
- Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT): Asumirá la gestión de las concesiones de radios comunitarias e indígenas, una de las funciones más sociales del IFT.
Esta nueva estructura surtirá efecto cuando las leyes secundarias sean emitidas y pasen 180 días para reorganizar las funciones. Sin embargo, el IFT continuará operando como regulador mientras se concreta esta transición.
Un presupuesto insuficiente para 2025
El presupuesto aprobado para el IFT es significativamente inferior al que tenía en 2014, ajustado por la inflación acumulada de un 62% en ese periodo. Esta reducción, de acuerdo con el organismo, pone en riesgo programas clave, como:
- ENDUTIH: Encuesta nacional que mide el acceso a tecnologías, esencial para cerrar la brecha digital.
- PRORADIO: Programa que facilita concesiones a comunidades indígenas y afromexicanas.
- Mantenimiento de sistemas críticos: Como el Sistema Nacional de Información de Infraestructura y el Sistema de Administración del Espectro Radioeléctrico.
Además, el recorte amenaza actividades como la vigilancia del espectro y la alfabetización digital, lo que podría repercutir negativamente en los usuarios y concesionarios de servicios.
En ese sentido, el IFT solicitó reconsiderar la asignación de recursos para 2025, asegurando que los recortes comprometen tanto su operación como los derechos laborales de sus trabajadores, que deben respetarse durante la transición a los nuevos entes gubernamentales.
