Según el informe Building a Future-Ready City, elaborado por ThoughtLab junto a aliados como Intel, Axis Communications, Deloitte y ServiceNow, cada vez más gobiernos del mundo están adoptando tecnologías avanzadas como inteligencia artificial y gemelos digitales para diseñar entornos urbanos y hacerlos más seguros, sostenibles e inclusivos.
El estudio, que analizó a 250 ciudades en 78 países, identificó que a pesar de que la mayoría de las urbes han trazado planes ambiciosos en materia de sostenibilidad y digitalización, persisten desafíos en su ejecución, especialmente en regiones con limitaciones presupuestarias o marcos regulatorios fragmentados.
Sin embargo, ciudades latinoamericanas como Bogotá, Medellín, Ciudad de México, Curitiba, Rosario y São Paulo están liderando una transición hacia modelos de desarrollo más inteligentes.
IA y gemelos digitales en las ciudades
Una de las tendencias clave en la región es la adopción de inteligencia artificial para funciones de gobierno, salud, movilidad y seguridad. En las ciudades mejor preparadas, el 66% ya usa IA en procesos administrativos, y más del 50% en gestión de tráfico, videovigilancia inteligente y servicios ciudadanos digitales como chatbots o alertas predictivas.
También se destaca la implementación de gemelos digitales, una tecnología que permite simular y optimizar infraestructuras y servicios urbanos. En América Latina, ciudades como Curitiba, Ciudad de México y Medellín ya están experimentando con estas soluciones.
Sin embargo, el informe señala que muchas de las problemáticas urbanas más graves de 2022 siguen vigentes. En América Latina, la desigualdad social, la falta de vivienda adecuada, la contaminación del aire y el transporte ineficiente son desafíos persistentes. Además, la región enfrenta un aumento de migraciones forzadas que presionan aún más los sistemas de salud, educación y servicios básicos.
Aun así, el panorama no es homogéneo, mientras ciudades como Buenos Aires, Monterrey o Salvador implementan políticas urbanas basadas en tecnología, otras urbes más pequeñas o con menos recursos carecen de capacidades para digitalizar sus servicios.
Las ciudades más avanzadas de la región coinciden en integrar la innovación como un componente transversal en sus políticas públicas. Estas urbes superan a sus pares en indicadores de seguridad, salud y sostenibilidad, y muestran una mayor disposición a colaborar con actores del sector privado, academia y ciudadanía para diseñar soluciones tecnológicas adaptadas a sus realidades locales.