En México, donde millones de personas aún carecen de acceso a una conexión estable y económica, el programa “Internet para el Bienestar” (IPB) surge como una alternativa impulsada desde el gobierno federal para cerrar la brecha digital. A través de una red de operadores móviles virtuales (OMV) con enfoque social, esta iniciativa busca que todos los mexicanos, sin importar su ubicación o nivel socioeconómico, puedan ejercer su derecho constitucional a la conectividad.
Con base en la Red Compartida de Altán Redes, el programa ha logrado cobertura en más del 95% del territorio nacional mediante la Banda 28, que utiliza el operador Dalefon. Por otro lado, a través de Promtel, un órgano desconcentrado del gobierno federal, se gestionan las concesiones y se organizan los paquetes disponibles para los usuarios.
Aunque IPB no funciona como un OMV tradicional, sí permite la comercialización de paquetes de datos, llamadas y mensajes, con precios regulados y estandarizados para asegurar piso parejo entre los operadores participantes.
Una alternativa social ante los grandes operadores
Internet para el Bienestar se construye como una respuesta directa a las limitaciones de los grandes carriers, cuyas tarifas y condiciones muchas veces excluyen a los sectores de menores ingresos o a quienes viven en zonas rurales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2024, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en colaboración con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), solo 69,5% de las comunidades rurales no tienen acceso a conectividad móvil. Una de las razones principales fueron las limitaciones económicas.
Faz subraya que uno de los grandes diferenciales del programa es su enfoque en la equidad.“Nosotros no vendemos ‘ilimitado’ de forma engañosa, damos paquetes reales con megas reales y con beneficios adicionales como redes sociales ilimitadas o acceso a contenidos educativos”, explicó. Además, algunas promociones incluyen duplicación de gigabytes al realizar portabilidad, lo que representa un incentivo para migrar al programa.
En cuanto a la distribución de Internet para el Bienestar, la estrategia consiste en establecer módulos en puntos clave como el Zócalo de la Ciudad de México o en instalaciones gubernamentales, o a través de alianzas con instituciones como la Secretaría de Educación Pública (SEP) o la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). También se trabaja con autoridades locales para habilitar módulos en presidencias municipales en zonas rurales, como el Istmo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca.
La intención del programa es que los usuarios, incluso aquellos sin historial crediticio o con ingresos informales, puedan conectarse sin restricciones. A través de alianzas con OMVs como Diri, así como con gobiernos locales e instituciones educativas, el programa ha empezado a integrarse en proyectos regionales para distribuir chips y llevar conectividad en escuelas, hospitales y espacios comunitarios.
Internet para el Bienestar apuesta por brindar un valor agregado
Uno de los ejes más innovadores del IPB es su apuesta por el valor agregado. No se trata solamente de ofrecer datos móviles, sino de acompañar al usuario con herramientas que mejoren su calidad de vida. “Estamos incluyendo membresías de salud digital, consultas gratuitas y cursos certificados en línea”, dijo Faz.
Estos cursos, que abarcan temas como finanzas personales, Excel, inteligencia artificial y habilidades digitales, están disponibles a través del sitio aprendeipb.mx y cuentan con aval oficial. A través de esta dimensión educativa, se busca reforzar la idea de que el programa no solo busca conectar a las personas con internet, sino también conectarlas con oportunidades.
Faz lo resume así: “La conectividad es una puerta, pero lo que hagas con ella cambia tu futuro. Y lo que nosotros buscamos es abrir esas puertas en todas las comunidades del país”.
El reto que Internet para el Bienestar es superar y sostener el crecimiento, sumar nuevos aliados y mantener el equilibrio entre acceso, calidad del servicio y sostenibilidad operativa. Además, esperan que en México conectarse ya no sea un privilegio, sino que cada vez más, sea un derecho al alcance de todos.
La imagen principal fue creada por Mobile Time con inteligencia artificial.
