El Gobierno de Argentina extendió la intervención del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) hasta el 7 de julio de 2025. La medida anunciada busca la modernización de la entidad y reducir recursos públicos y desregular el sector de telecomunicaciones.
En ese proceso se mantuvo a Juan Martín Ozores como interventor del organismo, quien se centrará en tres ejes principales: convertir al Enacom en un organismo técnico y dinámico, avanzar en una regulación a futuro, y rediseñar el modelo de gestión del Fondo de Servicio Universal (FSU) y el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (Fomeca).
Entre los reglamentos que se espera se pueda modificar con su obsolescencia está el reglamento de operador móvil virtual. Mientras que otras regulaciones, como las de telefonía pública, se derogan directamente.
El regulador también planea reformular el fondo de servicio universal, que maneja más de 100 millones de dólares, y avanzar en un plan de espectro y próximas licitaciones para poner a disposición frecuencias actualmente inutilizadas.
Tanto así que con el uso del espectro, la directiva del Enacom busca liberar más licencias para la expansión de la cobertura celular 4G. Por los que se está evaluando la solicitud para usar el espectro asignado a Arsat en 3.5 GHz.
El Enacom fue creado en 2015 y depende de la Presidencia argentina. La entidad fue intervenida desde hace un año después de que el presidente Javier Milei ordenara su desaparición a fines de 2023. La intención del gobierno era generar ahorros en recursos públicos y desregular el sector de telecomunicaciones, especialmente en precios de telefonía, banda ancha y televisión de paga.
La extinción del Enacom, originalmente prevista para menos de un semestre, ahora se perfila para un periodo de 18 meses, en el que se incluye suprimir la planta de empleados en casi 500 plazas laborales.