La Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) de Bolivia publicó la Resolución ATT-DJ-RAR-TL 664/2025, que actualiza el Plan Técnico Fundamental de Señalización (PTFS), un documento clave para la operación de las redes del país.
Se trata de la primera revisión en más de dos décadas, con la cual se busca adecuar el marco técnico y normativo a las nuevas realidades de conectividad, incluyendo redes móviles, satelitales y servicios basados en IP.
El nuevo plan establece las bases para una infraestructura más moderna, preparada para tecnologías como 5G e Internet de las Cosas (IoT). De acuerdo con la ATT, la actualización busca garantizar mayor seguridad, confiabilidad y compatibilidad entre redes nacionales e internacionales, reforzando la interconexión de servicios de voz, datos y aplicaciones inteligentes.
Unificación de redes terrestres y satelitales
El Sistema de Señalización por Canal Común Nº 7 (SSCC #7), también conocido como SS7, es el protocolo clásico que permite el intercambio de mensajes entre centrales telefónicas usado durante décadas para llamadas de voz simples.
Dicho sistema continuará operando mientras se implementan los nuevos protocolos, detalla el dictamen.
La ATT obliga a que las redes sean “bilingües”, es decir, capaces de comunicarse tanto en el “idioma” antiguo (SS7) como en el moderno (SIP, protocolo IP usado para llamadas y videollamadas).
Para esto se utilizan gateways o caminos que traducen mensajes entre protocolos, permitiendo que un usuario con un teléfono antiguo pueda comunicarse con alguien que usa una app moderna sin interrupciones.
Esta estrategia busca proteger las inversiones de los operadores, asegurar continuidad del servicio y permitir una migración gradual hacia redes IP, evitando apagones tecnológicos y optimizando la eficiencia de la señalización, incluso en escenarios de roaming nacional e internacional.
Además de esta interoperabilidad técnica, el plan busca uniformar la operación de todos los tipos de red. Otro de los avances clave se encuentra la armonización de la señalización entre redes móviles terrestres y satelitales.
Antes, cada tipo de red operaba con reglas técnicas distintas, lo que podía generar inconsistencias en la calidad del servicio y dificultades operativas.
Ahora, todas las redes deben seguir los mismos estándares (SS7, SIP y SIGTRAN), garantizando calidad uniforme, seguridad equivalente e integración perfecta. Esto significa que un usuario en una comunidad remota conectada vía satélite tendrá acceso a los mismos servicios de videollamada, mensajería y datos que un usuario urbano; al mismo tiempo los operadores pueden gestionar una red más simple y eficiente.
Impulso a protocolos SIP y SIGTRAN
La nueva normativa exige que los operadores transmitan la información de señalización de extremo a extremo de manera íntegra y segura. Esto, para mejorar la confiabilidad de llamadas y datos. Al mismo tiempo, busca proteger la privacidad de los usuarios frente a interceptaciones.
Además, promueve el uso de protocolos IP modernos, principalmente SIP (Session Initiation Protocol, encargado de iniciar y finalizar llamadas o videollamadas) y SIGTRAN (Signaling Transport, responsable de transportar mensajes críticos de red de forma segura). Estos ofrecen flexibilidad para nuevos servicios, escalabilidad ante el crecimiento del tráfico móvil y seguridad reforzada en entornos móviles y convergentes.
Para comprender su relevancia, se puede imaginar la red de telecomunicaciones como un sistema de correo o una producción cinematográfica. En esa analogía, SIP actúa como el coordinador que organiza la comunicación: localiza a los usuarios, inicia la llamada o videollamada, negocia cómo se realizará y establece el enlace entre los dispositivos.
SIGTRAN, por su parte, garantiza que la información viaje de forma segura y en el orden correcto. Funciona como un mensajero confiable que transporta los mensajes críticos sobre redes IP, asegurando que la comunicación no se interrumpa aunque partes de la red fallen.
En conjunto, SIP organiza la comunicación y SIGTRAN asegura que los mensajes lleguen correctamente.
Gestión estratégica de códigos de señalización
Uno de los apartados más relevantes es la gestión de los códigos de puntos de señalización, un recurso técnico limitado que permite a las redes identificar y direccionar tráfico de manera segura. El nuevo PTFS introduce tres mecanismos claves:
- Asignación por bloques: la ATT podrá entregar conjuntos de códigos a los operadores, quienes serán responsables de su administración interna.
- Umbral de uso del 75%: los operadores solo podrán solicitar nuevos códigos cuando hayan utilizado más del 75 % de los asignados previamente.
- Cancelación por subuso: si un operador no emplea los códigos dentro del plazo estipulado, la autoridad podrá cancelar las asignaciones.
Esta política implementa un enfoque de “úsalo o piérdelo”, con el fin de evitar el acaparamiento de recursos de red y fomentar el despliegue efectivo de infraestructura.
Roaming y experiencia del usuario
Otro aspecto detallado es el tratamiento del tráfico de roaming internacional. La norma reconoce que los operadores móviles pueden escoger el protocolo de señalización más adecuado para cada caso, “en particular en escenarios de roaming”.
Redes inteligentes y servicios de valor agregado
En su Sección 5.3.1.6, el documento también aborda la integración de redes inteligentes (INAP), que permiten ofrecer servicios adicionales como líneas 0800, llamadas con cobro revertido o recargas automáticas, mediante plataformas de control avanzado.
“Se citan las recomendaciones UIT-T Q.1208, adaptadas a entornos IP con protocolos como SIGTRAN y SIP, lo que garantiza compatibilidad con redes inteligentes modernas y aplicaciones convergentes.”
La recomendación UIT-T Q.1208 es un estándar internacional que define cómo se comunican los distintos componentes de una Red Inteligente (RI) dentro de una red telefónica. Hace posible que servicios de valor agregado —como números 0800, líneas prepago, desvío de llamadas o votaciones por teléfono— funcionen de forma automatizada y segura.
Al adaptarla a los protocolos SIP y SIGTRAN, la ATT busca garantizar que esa “inteligencia de red” migre correctamente hacia entornos IP modernos, sin interrumpir servicios existentes y habilitando el desarrollo de nuevos modelos sobre infraestructura más flexible y económica.
El plan también contempla un procedimiento para la incorporación de nuevos servicios o protocolos que aún no existan, descrito en su Sección 5.1. La ATT permite que los operadores propongan tecnologías emergentes siempre que presenten una descripción técnica del protocolo, su versión y la norma internacional que lo respalda.
Esta disposición abre un mecanismo formal para la innovación, evitando que el marco normativo quede obsoleto frente a la rápida evolución de estándares de señalización.
Bajo la regulación anterior, cualquier servicio nuevo —como soluciones de videollamadas empresariales o aplicaciones de Internet de las Cosas (IoT)— requería largos procesos de aprobación, lo que se agiliza con la nueva normativa.
La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.


