El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), actual regulador del sector en México, emitió un posicionamiento ante la reciente aprobación del decreto que reforma la Constitución para extinguir este organismo. La medida forma parte de una iniciativa que busca simplificar la estructura orgánica del Estado, fusionando las funciones del IFT con la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en un nuevo organismo adscrito a la Secretaría de Economía, aunque con independencia técnica y operativa.
El IFT enfatizó que su autonomía ha sido clave en la regulación de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, permitiendo reducir los precios de los servicios en un 33% y generar ahorros por más de 805.000 millones de pesos. La reforma plantea dividir sus facultades entre distintas instancias gubernamentales, lo que, según el instituto, podría generar incertidumbre y comprometer la adecuada aplicación de políticas de competencia y regulación.
El instituto destacó, en un comunicado de prensa, la importancia de mantener la imparcialidad técnica, la independencia presupuestaria y la toma de decisiones colegiadas, elementos esenciales para una regulación efectiva. Señaló que estos principios deben preservarse en las leyes secundarias que definirán el funcionamiento del nuevo organismo.
Desaparición del IFT preocupa derivado de los compromisos con Canadá y EE.UU.
Durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno argumentó que la creación del IFT respondió a recomendaciones internacionales y que su eliminación podría generar ahorros significativos, estimados en hasta 100.000 millones de pesos mexicanos. Estos recursos, según Morena, serían destinados al Fondo de Pensiones para el Bienestar.
El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, aseguró que el nuevo organismo mantendrá personalidad jurídica y patrimonio propio, y que las leyes reglamentarias que definirán su operación estarán listas en dos o tres semanas. Sin embargo, los analistas advierten que la efectividad del nuevo modelo dependerá de la implementación y del grado de independencia real que tenga.
La desaparición del IFT ha encendido alarmas entre analistas e inversionistas, ya que podría entrar en conflicto con las disposiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Los capítulos 18 y 21 del documento exigen la existencia de un regulador independiente en telecomunicaciones y un organismo que garantice la competencia económica, roles que actualmente desempeña el IFT.
Ante estas preocupaciones, el subsecretario de Industria y Comercio, Vidal Llerenas, aseguró que el nuevo organismo cumplirá con los requisitos del T-MEC y que la reforma busca evitar quejas de los socios comerciales de México.
El IFT informó que continuará desahogando los procedimientos y trámites en curso hasta que la reforma se materialice. Asimismo, hizo un llamado a respetar los derechos laborales de su personal, subrayando la importancia de preservar el capital humano especializado que ha permitido implementar regulaciones efectivas.
Además, reiteró su compromiso de colaborar en el diseño de leyes secundarias que beneficien a los usuarios de servicios de telecomunicaciones y audiencias, asegurando que la regulación continúe favoreciendo la competencia y mejores precios para los consumidores.