La sostenibilidad es hoy un pilar operativo de las organizaciones en el mundo y su adaptación en el entorno empresarial la ha logrado convertir, además, en un factor de crecimiento económico. El tándem sostenibilidad-desarrollo es ahora un concepto posible gracias, entre otras razones, a los avances tecnológicos que lo facilitan.
A nivel mundial, por ejemplo, el 88% de las empresas considera la sostenibilidad como una oportunidad de creación de valor a largo plazo, según un estudio reciente de la firma Morgan Stanley, y más del 80% dice que ya puede medir los retornos de inversión en proyectos de desarrollo sostenible.
Si bien la sostenibilidad comprende varios campos de acción, el desempeño energético es uno de los más explorados y optimizados en el objetivo de reducir la huella de carbono en las operaciones empresariales.
En los últimos 40 años el mundo duplicó su consumo de energía, según datos del Energy Institute. Y desde los últimos cinco años se evidencia una tendencia en el crecimiento de este consumo que los expertos adjudican a la demanda energética que ha significado el uso de la inteligencia artificial.
Ante este panorama, las empresas tecnológicas están llamadas a optimizar sus procesos de forma que se alineen con los objetivos sostenibles y reduzcan su huella de carbono. En el caso de los fabricantes de hardware, el objetivo es desarrollar productos cada vez más eficientes, con un mejor desempeño y, a la vez, con un menor consumo de energía.
Una analogía para explicar mejor este tema es el recorrido que han hecho las bombillas de iluminación. En pocos años pasamos de la bombilla incandescente a las luces LED, más eficientes en el consumo, accesibles y versátiles en el uso. Incluso, hoy se pueden conectar a sensores para que su funcionamiento sea óptimo.
Así mismo pasa en la industria del hardware. Los avances en el diseño de componentes –desde procesadores hasta sistemas completos (PCs)– están permitiendo una significativa reducción en el consumo de energía en diversos entornos del sector de tecnologías de la información, incluyendo centros de datos, computadores personales y dispositivos empresariales.
La Ley de Koomey, también conocida como la ley de eficiencia energética de la computación, revela que la energía que se disipa en los equipos de cómputo se duplica cada 1,5 años aproximadamente; esto significa que necesitamos menos energía para realizar las mismas tareas. Y bajo esta lógica matemática, la meta de la sostenibilidad empezará a lograrse cuando la eficiencia energética de los equipos de computación crezca tan rápido como la demanda de los sistemas informáticos.
Asumiendo los retos de la sostenibilidad
En el cumplimiento de los diversos objetivos de sostenibilidad, las empresas deben tener en cuenta algunas recomendaciones relacionadas con sus entornos informáticos y en la selección de proveedores de sus servicios de hardware. Los principales factores a considerar parten de adquirir productos diseñados para la longevidad, que cumplan con operaciones energéticamente eficientes y que, además, hagan parte de circuitos de economía circular y procesos de fabricación relacionados con materias primas que cumplan con criterios de responsabilidad.
De acuerdo con el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (monitorea la gestión de residuos electrónicos), en 2022 se generaron 62 millones de toneladas de desechos electrónicos en todo el mundo de los cuales el 22% se recogió y recicló de manera ambientalmente racional.
Así mismo, en aras de alinear los objetivos comerciales de las empresas con las responsabilidades de sostenibilidad, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos al momento de adquirir nuevos productos de hardware, de forma tal que al final de su vida útil estos no se conviertan en chatarra contaminante.
Según recomendaciones de Intel, antes de seleccionar a su proveedor pregunte cómo se fabrican y aprovisionan los dispositivos. ¿El fabricante sigue prácticas de fabricación sostenibles? ¿Los minerales y los materiales se obtienen de forma responsable? ¿El fabricante está haciendo esfuerzos para explorar alternativas a materiales conflictivos?
Para ayudar a extender la vida de las computadoras y minimizar los desechos en vertederos, considere comprar a proveedores que ofrezcan nuevas tecnologías y componentes de sistemas que mejoren la autonomía de la batería, aumenten la durabilidad de los dispositivos para minimizar la necesidad constante de reemplazar los equipos rotos y sean más fáciles de reutilizar, redestinar y reciclar.
La eficiencia con la que funcionan sus dispositivos es tan importante como su origen y su diseño. Busque dispositivos que superen los estándares de eficiencia de la industria.
Así mismo, elija proveedores que ofrezcan o permitan mejores opciones de fin de vida útil para los recursos. Las preguntas que se debe hacer en esta etapa del ciclo de vida incluyen: ¿este proveedor participa en iniciativas circulares de la cadena de suministro? ¿Los materiales de recursos son fácilmente reciclables? ¿Los proveedores tienen prácticas establecidas para el reciclaje de los residuos?
Las inversiones en tecnología pueden ser un aliado clave en la estrategia de sostenibilidad de cualquier empresa. Hoy existen modelos que integran las operaciones de negocio con objetivos ambientales, y en ellos el hardware eficiente, capaz de optimizar el consumo energético y alinearse con principios de economía circular, desempeña un papel fundamental. Apostar por la eficiencia no solo es bueno para el planeta: también es una decisión inteligente para el futuro del negocio.


