A tres meses de la entrada en vigor del programa piloto que busca incorporar a conductores y repartidores de plataformas digitales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el colectivo Repartidores Unidos de México (RUM) emitió un posicionamiento en el que reconoce avances, pero también advierte sobre riesgos económicos y fallas operativas.

En su escrito, RUM destacó que el piloto mexicano es “único en el mundo” porque mantiene la flexibilidad laboral como principio central: los trabajadores pueden seguir decidiendo cuándo y dónde conectarse a las aplicaciones. 

No obstante, el colectivo alertó que los recientes cambios publicados en el DOF por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el IMSS en los porcentajes de exclusión, los descuentos aplicados a los ingresos para calcular la base de cotización, generan presión sobre los costos de las plataformas, con posibles efectos en tarifas a usuarios y restaurantes.

El acuerdo publicado el 30 de septiembre redujo los factores de exclusión de la siguiente manera: conductores de automóvil, de 60% a 55%; motociclistas, de 50% a 40%; y repartidores no motorizados, de 15% a 12%. 

En la práctica, esto implica que una mayor parte del ingreso de los trabajadores se considerará para efectos de seguridad social.

Sin embargo, RUM señaló que, tras la entrada en vigor del piloto en julio, ya se observaron incrementos en las tarifas de al menos una aplicación, lo que generó pronunciamientos de Presidencia y de la propia STPS.

 “Nos mantenemos atentos a lo que pase con estos nuevos porcentajes, pero la situación se torna cada vez más complicada”, advirtió la organización.

Avances y pendientes

El colectivo subrayó que, gracias al piloto, quienes más horas dedican a conducir o repartir ya pueden acceder a prestaciones como incapacidades médicas, guarderías e Infonavit.

Aún así, cuestionó que el proceso para tramitar una incapacidad “es largo y complicado” y que existen afectaciones para jubilados, pensionados y trabajadores bajo la modalidad 40, que han enfrentado dificultades en la operación del programa.

Dicha modalidad es un esquema del IMSS que permite a ex trabajadores seguir cotizando de manera voluntaria al régimen obligatorio después de haber dejado su empleo formal. Está diseñado principalmente para quienes buscan aumentar sus semanas de cotización y mejorar el monto de su pensión, pero no incluye acceso a servicios médicos.

RUM también criticó a organizaciones sindicales que, según dijo, respaldaron la reforma sin representar directamente a repartidores o conductores. De acuerdo con la organización, el trabajo en plataformas no puede ser tratado como un esquema ‘godín’; es un modelo diferente que requiere reglas adaptadas a su naturaleza.

piloto seguridad social fase

Este posicionamiento coincide con el de organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) respecto a que los porcentajes de exclusión son un retroceso en la implementación de la reforma. 

Adicionalmente, la UNTA pidió su eliminación inmediata, al argumentar que “solo uno de cada diez trabajadores accedió a la cobertura total del IMSS” y que la mayoría quedó limitada a riesgos de trabajo.

La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.

 

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