México acelera su entrada a la carrera del 6G con un nuevo laboratorio en el Tec de Monterrey, buscando posicionarse como un hub de innovación para Latinoamérica. Francisco Falcone, el experto que lidera el proyecto, asegura que el país tiene el talento y la capacidad industrial para no perderse un mercado de «centenares de billones de dólares”.
De acuerdo con Falcone, México debe reconocer sus capacidades y dejar atrás la percepción de rezago. “México se tiene que mirar sin ningún tipo de complejo (…) tiene instituciones de investigación y de formación fuertes, capacidades tecnológicas muy importantes, véase que México es un líder a nivel mundial en semiconductores”, dijo en entrevista con Mobile Time Latinoamérica.

Francisco Falcone (Imagen: Cortesía)
El especialista subrayó que el país cuenta con un ecosistema industrial sólido, talento técnico y una ubicación geográfica privilegiada, que lo colocan como un posible hub tecnológico regional y puente natural hacia los mercados de América del Norte y Latinoamérica.
Falcone enfatizó el impacto económico que tendrá la transición hacia 6G. Mientras que la adopción del 5G generó un volumen adicional de negocio estimado en 15 billones de dólares a nivel global, la sexta generación implicará un salto mucho mayor:
Los retos técnicos: antenas, espectro y materiales
Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos. Los retos técnicos incluyen el uso de espectros en bandas de terahercios, que según Falcone, ofrecen altísimas velocidades de transmisión pero con limitaciones físicas.
Por ejemplo, que los enlaces actuales solo alcanzan pocos metros y que fabricar antenas para esas frecuencias resulta complejo.
Aunado a ello, integrar dichas bandas en dispositivos móviles es cada vez más difícil. Esto, ya que la miniaturización implica pérdidas de ganancia. Además, se requieren nuevos materiales electrónicos, ya que los convencionales dejan de ser funcionales a esas frecuencias. “Cuanto más pequeñita es tu antena, peor escucha, menos ganancia tiene”, explicó Falcone.
Despliegue 6G estaría listo para 2035
El especialista recordó que el roadmap internacional ya está definido. Los estándares de 6G estarán listos entre 2028 y 2030, pero su adopción comercial tomará tiempo.“Habitualmente, entre que se fija el estándar y llega al usuario pasan alrededor de cinco años. Por lo tanto, veremos 6G incipiente hacia 2035”, detalló.
Esto significa que aún existe margen para que países como México consoliden infraestructura, talento y marcos regulatorios que les permitan participar de forma activa en el ecosistema.
Sin embargo, más allá de los retos tecnológicos, Falcone subrayó la importancia de que el despliegue del 6G no incremente las desigualdades existentes. “Si tú reduces la brecha digital, incrementas las oportunidades y los niveles de equidad se incrementan, porque tienes acceso a educación, sanidad, información y formación. El Estado es el que realmente tiene ese papel tractor grande, relevante, potente para poder hacer esto”, explicó.
El académico adelantó que la sexta generación no solo transformará industrias, sino también la forma en que las personas interactúan con sus dispositivos.“Este celular va a ser capaz de medir tus parámetros biofísicos y biomédicos, va a entender si estás bien o mal y de manera automática te va a hacer una propuesta de mejora de salud o directamente va a llamar al médico por ti», explicó.
Las redes 6G serán clave para soportar aplicaciones avanzadas de inteligencia artificial, cómputo en tiempo real y servicios inmersivos, como comunicaciones holográficas y monitoreo de salud continuo.
Pese a estas promesas, Falcone advirtió que la adopción masiva de nuevas tecnologías también tiene riesgos: aislamiento social, sesgos en modelos de IA y manipulación informativa.“La tecnología como cualquier herramienta tiene que estar bien gestionada (…) las soluciones deben estar centradas en la persona y orientadas a mejorar la calidad de vida”.
Laboratorio 6G en México requiere una gran inversión
Uno de los mayores desafíos inmediatos será financiar la creación de la infraestructura del laboratorio. Según Falcone, se trata de equipos altamente costosos, que requieren una estrategia progresiva y colaborativa entre universidades, empresas y gobiernos.
“México podrá abordar mejor algunos de los retos tecnológicos porque tiene una base de fabricación semiconductora muy fuerte y puede jugar un papel muy relevante a nivel de componentes y fabricación”.
El proyecto ya cuenta con esfuerzos conjuntos entre el Tecnológico de Monterrey, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y universidades internacionales, con el objetivo de impulsar proyectos aplicados en sectores como industria 5.0, ciudades inteligentes y agricultura de precisión.
“Este es un tren que podemos tomar”, resumió Falcone. “Con esta iniciativa, el país busca dejar atrás los complejos y aprovechar su talento y posición estratégica para no quedarse fuera de la próxima revolución tecnológica”, finalizó.
La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.


