En su primera semana de operación, Bre- B lleva un total de 16 millones de llaves inscritas, correspondientes a 7 millones de usuarios, incluyendo alrededor de 600 mil comercios, así lo anunció Ana María Prieto, directora del Sistema de Pagos del Banco de la República, en el marco del Congreso AMF de Asomicrofinanzas.
Bre-B ya cuenta con 174 entidades participantes, incluyendo bancos, cooperativas y empresas de financiamiento. «Es un proyecto de país, de transformación digital, donde todos caben: grandes bancos, fintechs, y también cooperativas que operan en municipios alejados», subrayó Prieto.
En un país donde el 80% de las transacciones aún se realizan en efectivo, Colombia busca una modernización del sistema financiero. El nuevo sistema de pagos inmediatos interoperables, que inicia su operación en el mes de septiembre, promete cambiar la manera en que los colombianos realizan transferencias y pagos, en especial en sectores como el comercio minorista y las microempresas.
Transferencias más rápidas
«Bre-B no es una aplicación ni un nuevo banco», aclaró Ana María Prieto. «Es una infraestructura nacional que conecta en tiempo real a todas las entidades financieras, cooperativas y microfinancieras, permitiendo enviar dinero de una cuenta a otra en 20 segundos, las 24 horas del día, los 7 días de la semana».
El sistema utiliza un mecanismo de llaves de pago, que pueden ser el número de cédula, celular, correo electrónico o un código alfanumérico, para identificar las cuentas y realizar las transferencias sin necesidad de conocer datos bancarios complejos. El registro de estas llaves inició el 14 de julio, a través de las plataformas de pago del país, sin embargo, los usuarios aún no pueden realizar transacciones.
Para garantizar la seguridad, Bre-B permite establecer topes por transacción. Aunque la regulación establece un límite máximo aproximado de 11 millones de pesos por operación, cada entidad puede definir montos y número de transacciones según sus políticas internas.
«Colombia tiene una altísima dependencia del efectivo. La gente desconfía de lo que no ve. Por eso, más que imponer una herramienta, debemos crear una experiencia de uso segura y empática», dijo Prieto.
Una oportunidad para las microempresas
Desde el punto de vista del sector productivo, la implementación de Bre-B representa un hito para la democratización financiera. “Es una herramienta poderosa, pero tenemos que bajarla a tierra. El reto está en la educación financiera digital, sobre todo en las regiones rurales donde hay poca conectividad y escasa alfabetización tecnológica”, explicó Patricia Pérez, gerente de Microempresas de Colombia.
Microempresas de Colombia ha sido una de las entidades pioneras en digitalización del microcrédito, pero según Pérez, tener una app no garantiza el uso efectivo. «Hay que enseñar cómo usarla. El potencial está en que un microempresario pueda pagar nómina o proveedores con un par de clics, al instante, sin depender del efectivo y sin tener que desplazarse».
El Banco de la República no ofrece directamente el servicio al ciudadano o a las empresas, sino que conecta a través de sistemas de pagos ya existentes, como TransFiya, Visionamos o Credibanco. Las microempresas pueden conectarse directamente o mediante alianzas, “Con Bre-B, un microempresario podrá pagar su nómina, a sus proveedores, y recibir pagos sin moverse de su casa o negocio”, explica Pérez. .
Lo que viene
Por ahora, Bre-B permitirá pagos entre personas y pagos a comercios. El sistema también se integrará con códigos QR, tecnología ya presente en más de tres millones de comercios en el país, y que se integrará automáticamente.
Después de esa primera etapa, se incorporarán las funcionalidades como pago de nómina, recaudo de servicios públicos y otras transacciones recurrentes. “Esos elementos se van a ir incorporando tanto en la regulación como en la operación, para hacerlos posible en todo el ecosistema”, concluyó Prieto.
Foto: Laura Suárez, Congreso AMF de Asomicrofinanzas.


