El desarrollo de la sexta generación de redes móviles (6G) busca integrar, en una misma infraestructura, capacidades de comunicación inalámbrica y percepción del entorno físico. Esta funcionalidad, conocida como ISAC (Integrated Sensing and Communications), promete redefinir no solo las redes móviles, sino también el papel de los operadores, al transformar la red en una fuente de datos espaciales y contextuales con alto valor agregado.
Según el informe técnico “Transforming Industries with Integrated Sensing and Communications”, publicado por 5G Americas, ISAC será uno de los seis pilares fundamentales del 6G. La tecnología se basa en la reutilización de las señales de radiofrecuencia transmitidas y recibidas por las estaciones base, para obtener información sobre el entorno físico: ubicación, velocidad, forma y movimiento de objetos o personas, incluso si estos no están conectados a la red.
Una nueva forma de servicios móviles
A diferencia de las redes 4G y 5G actuales, que localizan dispositivos con base en su conexión activa, ISAC permite detectar objetos sin que estos participen directamente en la red. Esto se logra mediante el análisis de señales reflejadas, dispersadas o absorbidas por el entorno, en frecuencias sub-THz y milimétricas. Es una técnica similar a los radares, pero integrada de manera nativa a la infraestructura móvil, detalla 5G Americas.
Además destaca que dicha capacidad puede ser aprovechada por múltiples industrias: detección de intrusos, conteo de peatones, monitoreo del tráfico, vigilancia perimetral, logística sin sensores dedicados, diagnóstico de estructuras, salud preventiva o seguimiento ambiental.
Por ejemplo, una red móvil equipada con ISAC puede alertar sobre deformaciones en un puente, monitorear la distancia entre vehículos o activar alarmas si detecta caídas en hospitales.
ISAC no depende de sensores instalados en cada punto de interés, sino que utiliza la red de acceso como sistema distribuidor de percepción. Esto permitiría a los operadores móviles ofrecer servicios de “sensado como servicio” (sensing-as-a-service), habilitando nuevos modelos de negocio con industrias, gobiernos y desarrolladores que requieran acceso contextual en tiempo real.
ISAC en las telecomunicaciones
Para las empresas de telecomunicaciones, ISAC representa una oportunidad de diversificación y especialización, de acuerdo con el reporte. Esto se debe a que en lugar de competir solo por capacidad de transmisión, podrían posicionarse como plataformas de datos ambientales y espaciales, generando ingresos por uso de API de sensado, integraciones con sistemas de gestión urbana o servicios verticales de alta precisión.
La propuesta de arquitectura planteada por 5G Americas contempla una plataforma de exposición de capacidades (capability exposure), compuesta por funciones de planeación de red, adquisición y procesamiento de datos, y una interfaz común de programación. Esto permitiría a los operadores exponer y monetizar datos procesados —por ejemplo, mapas térmicos, análisis de flujo vehicular, detección de multitudes— a través de modelos bajo demanda o de suscripción.
Este nueva generación de redes móviles plantea una evolución funcional hacia redes contextuales, capaces de interpretar dinámicamente su entorno y adaptarse en tiempo real para mejorar la calidad del servicio, reducir interferencias o generar alertas ante situaciones críticas. Es también una transición de redes conectivas a redes sensoriales, con implicaciones muy grandes en la arquitectura de red, la inteligencia artificial distribuida y la interoperabilidad entre capas físicas y virtuales.
Desafíos de implementación y gobernanza técnica
Integrar funciones de sensado y comunicación plantea múltiples retos técnicos. Uno de ellos, según el reporte, es el diseño de formas de onda híbridas que cumplan simultáneamente con las exigencias del canal de datos y del canal de detección. También se deben mitigar problemas de ambigüedad, interferencia multiusuario, sincronización, movilidad del entorno y robustez frente a condiciones climáticas o físicas cambiantes.
Desde el punto de vista normativo, ISAC introduce nuevos desafíos sobre privacidad, protección de datos y regulación del espacio radioeléctrico. Al tratarse de un sistema capaz de detectar movimientos, posiciones y patrones de conducta, será necesario desarrollar marcos regulatorios que garanticen el uso ético y legal de los datos captados, especialmente si se aplican en espacios públicos o escenarios sensibles como el hogar, el trabajo o la salud.
Aunque existen pruebas de concepto en despliegues 5G comerciales, ISAC se encuentra en etapa temprana. Se espera que su adopción comercial comience hacia la segunda mitad de la década y su desarrollo requerirá alianzas entre fabricantes de equipos, operadores, organismos de estandarización y gobiernos.
Relevancia para América Latina
Aunque en América Latina sigue en marcha el despliegue de las redes 5G, ISAC puede representar una herramienta poderosa para abordar retos de seguridad pública, monitoreo ambiental, infraestructura crítica, movilidad urbana o agricultura de precisión, sin necesidad de desplegar redes paralelas de sensores.
Su implementación futura podría aprovechar la infraestructura 5G existente, sobre todo en ciudades, zonas industriales o corredores logísticos, lo que reduciría barreras de entrada para pequeños operadores o desarrolladores locales. Además, puede integrarse con iniciativas de ciudades inteligentes, redes vehiculares (V2X) y aplicaciones de IA embarcada.
El informe de 5G Americas destaca que ISAC, al igual que otras tecnologías emergentes como la inteligencia artificial nativa de red (native-AI) o las redes definidas por software, está en la base del diseño del 6G y debe ser considerada desde hoy en los planes de evolución tecnológica, incluso en mercados donde el 5G aún se encuentra en fases tempranas de despliegue.
A nivel internacional, proyectos en Corea del Sur, China, Estados Unidos y la Unión Europea ya desarrollan prototipos de redes ISAC aplicadas a vigilancia aeroportuaria, trazado de rutas, manufactura inteligente y gestión de multitudes. La estandarización técnica, sin embargo, requerirá de al menos cinco años de trabajo colaborativo, detalla el reporte.
En este escenario, 5G Americas señala que los operadores de Latinoamérica junto con autoridades regulatorias y empresas tecnológicas, podrían comenzar a explorar casos de uso, realizar pruebas de laboratorio y contribuir al diseño de marcos éticos y regulatorios. De hacerlo, la región podría convertirse en un laboratorio de innovación en redes contextuales y sensado distribuido.
La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.