El uso de billeteras digitales en México ya no es exclusivo de perfiles de nicho. Según datos presentados por la fintech Kushki en su reporte ‘Pagos en Latinoamérica en 2025: de la inclusión a la sofisticación’, el 50% de las personas que utilizan teléfonos móviles en el país ya recurren a estas herramientas de pago, lo que consolida su presencia en el ecosistema financiero y comercial.

Este tipo de soluciones, que permiten almacenar tarjetas y realizar pagos a través de smartphones mediante tecnologías como NFC, QR o enlaces electrónicos, se están convirtiendo en una opción cada vez más habitual en el comercio físico. Los pagos contactless —ya sean con plásticos con chip, relojes inteligentes o apps móviles— destacan por su rapidez y facilidad, lo que ha impulsado su adopción, especialmente entre generaciones más jóvenes o en entornos urbanos digitalizados.

De acuerdo con el estudio, realizado en conjunto con PCMI, los pagos sin contacto figuran como la tendencia de más alto crecimiento en Latinoamérica. En la región, se estima que el mercado de billeteras digitales alcanzará un valor de 95.000 millones de dólares para finales de 2025, con una tasa de crecimiento anual proyectada del 13,9%, según cifras de Mordor Intelligence citadas por Kushki.

Más allá de la conveniencia, las billeteras digitales están jugando un papel estratégico en la inclusión financiera. Al permitir transacciones sin necesidad de una cuenta bancaria formal o infraestructura tradicional y ofrecen una puerta de entrada al sistema financiero a personas previamente excluidas. En México, donde persisten altos niveles de informalidad y dependencia del efectivo, estas soluciones representan una vía para ampliar el acceso a servicios de pago y crédito.

El avance de las billeteras digitales en México enfrenta desafíos

Uno de ellos es la educación digital y financiera. Si bien las aplicaciones son intuitivas, no todos los usuarios comprenden cómo operan o cuáles son los niveles de seguridad que ofrecen. A esto se suma la falta de infraestructura digital adecuada en ciertas regiones del país, donde la conectividad o la disponibilidad de dispositivos sigue siendo limitada.

Otro obstáculo es la confianza del usuario. Según el informe, muchas personas todavía dudan sobre la seguridad de sus datos al usar billeteras digitales, particularmente en contextos donde los casos de fraude electrónico han crecido. Frente a esto, Kushki propone reforzar las medidas de autenticación, cifrado y tokenización de datos, así como utilizar inteligencia artificial para detectar comportamientos anómalos en tiempo real.

También se requiere que los comercios, tanto grandes cadenas como pequeños establecimientos, estén preparados para aceptar pagos digitales, lo cual exige inversión en terminales compatibles y capacitación. La interoperabilidad entre plataformas y bancos será otro eje a resolver si se busca escalar estas soluciones sin generar fricciones para el usuario final.

A pesar de los retos, el crecimiento observado en México refleja un cambio estructural en la manera en que las personas compran, pagan y administran su dinero. Las billeteras digitales ya forman parte de la cotidianidad para millones de usuarios, y el siguiente paso será consolidarlas como soluciones universales, seguras y accesibles para todos los segmentos de la población.

La imagen principal fue creada por Mobile Time con IA.

 

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