Dinnova es una iniciativa de emprendedoras colombianas que está desarrollando un innovador sistema de refrigeración modular basado en energía solar y biopolímeros, que busca transformar la calidad de vida en comunidades rurales.
La solución, aún en fase de prototipo, alcanzó el tercer lugar en el AirTech Challenge en el incMTY junto a iniciatibas como Hedro Smart Sensors de Brasil, segundo puesto y EC.DATA de México, primer lugar.
Dinnova se destacó por ofrecer nuevos equipos de refrigeración sostenibles y modulares que sustituyen a las tradicionales tecnologías, optimizando el consumo energético, reduciendo las emisiones de CO2 y mejorando la eficiencia energética.
Además, como parte de una solución sustentable, recolecta refrigeradores viejos de sus clientes, los adapta y entrega a comunidades sin acceso a electricidad, proporcionando refrigeración en ambientes extremos como el desierto de la Guajira en Colombia.
Origen de Dinnova
La iniciativa surgió en 2019 durante un proyecto universitario que buscaba identificar problemáticas sociales colombianas. En el proceso se evidenció que, en muchas áreas rurales, alimentos y medicamentos llegaban en mal estado debido a la falta de sistemas de refrigeración.
“En base a esa necesidad se desarrolló Servet, que es un sistema de refrigeración que funciona con energía solar. En el 2019 se presentó esta idea a una convocatoria de negocios verdes holandesa que fue la que nos impulsó a desarrollar nuestro prototipo”, explica a Mobile Time Latinoamérica, Johanna Montengro, CEO de Dinnova.
El sistema de refrigeración de Servet se distingue por ser modular, lo que facilita su transporte y garantiza el mantenimiento de la cadena de frío durante la distribución de productos. Además, utiliza biopolímeros derivados de caña de azúcar, lo que elimina la dependencia del petróleo y permite que los materiales sean completamente reciclables al final de su vida útil.
“El diseño modular es disruptivo. Queremos romper con la idea tradicional de que una nevera es un sistema único. Aquí, el sistema de refrigeración es independiente del de almacenamiento, permitiendo mayor versatilidad en su uso y transporte,” destacó Ana María Alfonso, estratega administrativa de Dinnova.
Adicionalmente, Servet no emite dióxido de carbono gracias a su funcionamiento con energía solar, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y ofreciendo beneficios fiscales para las empresas que adopten esta tecnología.
Impacto ambiental y social
Uno de los puntos fuertes de Servet es su enfoque en la economía circular. Los materiales del producto pueden recuperarse y reutilizarse, reduciendo significativamente los residuos sólidos.
“El impacto social también es clave. Queremos enseñar a las comunidades beneficiarias cómo usar y mantener las neveras, asegurando que el producto no solo se integre a su vida diaria, sino que también contribuya a mejorar su calidad de vida,” añadió Johanna.
El proyecto se encuentra en su etapa inicial de pruebas y desarrollo. Las emprendedoras trabajan en alianzas estratégicas con proveedores internacionales para asegurar la resistencia y calidad de los biopolímeros utilizados.
Una vez se validen todos los componentes, las primeras pruebas piloto se realizarán en zonas como La Guajira, conocidas por sus desafíos climáticos y logísticos.
En paralelo, la empresa busca consolidar su modelo de negocio mediante la colaboración con grandes compañías que ya operan en regiones remotas. Esto garantizaría un acceso más rápido a comunidades necesitadas y fortalecería el componente social de la iniciativa.
Innovación liderada por mujeres
Servet también se destaca por ser liderada por un equipo de mujeres que combina experiencia en diseño, innovación y mercadeo. Esta sinergia no solo ha impulsado el desarrollo tecnológico del producto, sino que también fue un componente fundamental para logar el reconocimiento AirTech Challenge 2024.
“Estamos demostrando que es posible innovar en la intersección de tecnología, medio ambiente y responsabilidad social, generando un impacto real en las comunidades más vulnerables”, señala Ana María.