El miércoles 15 de febrero de 2023, a las 9 de la mañana, el Tribunal Administrativo de Magdalena, en Colombia, llevó a cabo la primera audiencia judicial del país en el metaverso. Lo hizo a través de la aplicación Horizon Workrooms, de Meta.

En otro lugar del planeta, el Reino Unido, el metaverso –en este caso en entornos industriales– busca tener un papel fundamental en uno de los desafíos más importantes de la actualidad: la generación de energía. Allí la idea es construir un ‘gemelo digital’ con el fin de que ingenieros y científicos puedan abordar alternativas a los requerimientos en herramientas avanzadas, simulaciones y modelados complejos que requiere el diseño de una nueva fábrica de energía.

Ambos ejemplos muestran que, al contrario de lo que muchos sugieren, las oportunidades del metaverso van más allá de la diversión e interacción en las redes sociales, aunque también las abarca. Se trata de un mundo virtual que, al permitir trascender las fronteras físicas, abre la puerta a experiencias sociales colaborativas capaces de dar solución a problemáticas contemporáneas.

En videojuegos, el metaverso permite disfrutar de mundos virtuales conectados para jugar de manera distinta. En turismo, es útil para realizar visitas sin desplazamientos, mientras en educación se emplea para ver experimentos en vivo. Los trabajadores remotos, con el metaverso, tienen la capacidad de colaborar en reuniones sin desplazarse; y en medicina, ya se ha probado para ofrecer servicios de telemedicina y asistencia remota.

Infraestructura que soporta el metaverso

El planteamiento del metaverso es simple, pero retador: un escenario virtual que permite a la gente vivir experiencias como si estuvieran al lado de otra persona sin importar dónde se encuentren. Decimos simple, porque básicamente es integrarnos a mundos digitales por medio de dispositivos que nos permiten enlazarnos con alguien en otra parte del planeta. 

Sin embargo, también pone de manifiesto múltiples retos y la necesidad de un ecosistema para que pueda llevarse a cabo y lo soporte. El metaverso emplea tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada, la inteligencia artificial y otras para crear las experiencias digitales inmersivas. A la par, requiere múltiples avances para que sea un hecho: infraestructura en la nube para soportar aplicaciones complejas, plataformas en línea, dispositivos móviles que lleven la experiencia a los usuarios, y conectividad. 

Para que todo esto tenga sentido, en un mundo cada vez más dinámico, móvil y omnipresente, se requiere de conectividad de alta velocidad y baja latencia en cualquier parte. Aquí la redes 5G entran en juego para ser un elemento clave en la proyección del metaverso.

Al ofrecer una cobertura consistente, 5G puede responder a la necesidad de un metaverso siempre conectado y que necesita acceso desde cualquier lugar. Esto incluye la posibilidad de tener un alcance global, que vaya más allá de las fronteras de un país. Y no solo se trata de contar con el enlace a la red. Si hablamos de consumo de contenidos alojados en una nube, de acceso en tiempo real a información, de descarga de datos inmediata a dispositivos como gafas de realidad virtual, la baja latencia y la comunicación confiable son esenciales. Estos dos elementos hacen parte del valor intrínseco de la tecnología 5G, que ofrece enlaces estables y de calidad.

Ahora, el metaverso implica ambientes digitales complejos, en el cual el consumo de altas cantidades de información es constante. Las velocidades mejoradas de 5G dan la capacidad a los usuarios de acceder a estas experiencias sin retrasos o interrupciones. Aunque hoy el número de personas en el metaverso no es tan alto, se espera que en el futuro sean millones a la vez interactuando en estos escenarios. Por tanto, será necesario una red de comunicaciones, como 5G, que tenga una capacidad mucho más alta que las anteriores, además de que pueda escalar a la par del mismo incremento de usuarios.

Un punto adicional que involucra el metaverso es la seguridad. Entre más populares sean estos espacios, mayor atracción generarán para los ciberdelincuentes y, por supuesto, mejor deberá ser la protección. En el caso de 5G, una de sus características es que promete una seguridad optimizada. Esto implica que es más difícil para los atacantes encontrar vulnerabilidades, además de que las personas podrán interactuar de manera más tranquila.

Vale la pena tener en cuenta algunos esfuerzos que se están haciendo en la industria para que 5G pueda implementarse de una manera más rápida y eficiente, lo que al final del día redundará en servicios de comunicaciones más eficientes para permitir aplicaciones como el metaverso. Por ejemplo, Intel está trabajando con varios operadores móviles en el mundo para desplegar la tecnología vRAN (virtual radio access network).

Las infraestructuras tradicionales de redes de acceso por radio (RAN) están atadas a hardware que requiere actualizaciones y a otras tecnologías que limitan la innovación. Con vRAN será posible que los operadores desplieguen 5G y múltiples servicios tan solo con actualizaciones de software, con la ventaja de que este software estará soportado para ejecutarse en futuras generaciones de procesadores con procesos sencillos.

Un mundo en crecimiento

El metaverso no solo está creciendo, sino que tiene un futuro prometedor. De acuerdo con Bloomberg, se espera que su valor de mercado alcance los 800.000 millones de dólares para finales de 2024, con un potencial gigante de transformar la manera en la cual nos conectamos, jugamos, trabajamos y accedemos a múltiples escenarios virtuales.

Según la consultora McKinsey & Company, se calcula que el metaverso podría generar un valor de 5 billones de dólares para 2030, con sectores muy activos en este sentido como comercio electrónico, aprendizaje virtual y trabajo remoto. De hecho, la firma de investigaciones Gartner prevé que, para 2026, los usuarios gasten al menos una hora al día en el metaverso en actividades como trabajo, compras y educación. Especialmente en el campo del comercio electrónico, sector que de acuerdo con un informe de la firma canadiense Nuvei se espera que para 2027 esté valorado en 80.800 millones de dólares a nivel global, la implementación del metaverso podría ser muy fructífera. 

Si observamos el panorama de 5G, su crecimiento es igual de interesante. De acuerdo con la GSMA, para finales de 2024 se espera que haya 2.100 millones de conexiones en el planeta de esta tecnología. Ya en el 2025, el cálculo está proyectado para que las redes 5G cubran una tercera parte de la población mundial.

Con un ecosistema del metaverso en aumento y en parte dependiente del desarrollo y auge de tecnologías como 5G, las expectativas para los mundos virtuales conectados desde cualquier lugar son más que optimistas. No se trata de generar espacios solo para entretenimiento y diversión. Las capacidades del metaverso en múltiples industrias, impactando en la innovación y el avance de nuevas tecnologías, revelan un escenario que incluso hoy no es tan definido. No obstante, el camino se está trabajando para que, más temprano que tarde, sea una realidad.

 

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