América Latina enfrenta un futuro donde la población de personas mayores aumentará significativamente en las próximas décadas. Ante este desafío, surge el proyecto ‘Región Plateada’, una iniciativa financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través de BID Lab, la Fundación Arturo Sesana, y el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) de Perú. Su objetivo es impulsar soluciones innovadoras y tecnológicas que aborden el envejecimiento poblacional y los cuidados de personas mayores en la región.
El envejecimiento demográfico se está convirtiendo en un reto urgente en América Latina. Para 2050, más del 27.5 % de la población, aproximadamente 208.5 millones de personas, tendrá más de 60 años.
Con este aumento, la demanda de cuidados crecerá exponencialmente, lo que plantea no solo retos en la salud y el bienestar de las personas mayores, sino también oportunidades de innovación tecnológica para responder a estas necesidades.
“La tecnología es un catalizador esencial para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y escalar iniciativas que puedan tener un impacto significativo en toda la región”, María Andrea Orduz, coordinadora de Región Plateada.
Por lo que destaca cómo la innovación tecnológica puede mejorar la calidad de vida de las personas mayores y transformar los sistemas de cuidados. Por ejemplo, la creación de aplicaciones para monitorear la salud de forma remota, plataformas digitales para capacitar a cuidadores, y el desarrollo de soluciones para prevenir la dependencia funcional en los adultos mayores.
«Las iniciativas de cuidado deben ser sostenibles y aprovechar tecnologías que permitan un monitoreo remoto, reduciendo los costos y aumentando la cobertura», agrega.
Criterios para Seleccionar Iniciativas
De ahí que nazca el fondo de Región Plateada busca financiar hasta 30 proyectos enfocados en mejorar la oferta de servicios de cuidado de larga duración, prevenir la dependencia de las personas mayores y formar a los cuidadores.
Las empresas u organizaciones interesadas deben cumplir tres requisitos: estar formalmente constituidas en América Latina o el Caribe, tener ventas superiores a cero, y contar con al menos un año de antigüedad. La selección se realiza en tres fases: postulación, evaluación mediante algoritmos que analizan el potencial de escalabilidad e impacto, y un proceso de aceleración empresarial de 12 semanas.
Durante la aceleración, se abordarán aspectos como el enfoque de género, dado que las mujeres, que viven más tiempo, suelen enfrentar peores condiciones en el envejecimiento. Al finalizar el proceso, las iniciativas más prometedoras recibirán financiamiento de hasta 100 mil dólares.
«El fondo multilateral está diseñado para acelerar empresas que trabajen en la economía del envejecimiento, fomentando innovación y cuidado accesible”, explica. Se busca que la tecnología no solo sea un facilitador de los cuidados, sino que también puede contribuir a generar modelos de negocio sostenibles y escalables. «Queremos que las iniciativas tengan un gran potencial de impacto y escalabilidad, que puedan replicarse en otros países de la región», comenta.
Este enfoque integral, que combina tecnología, innovación, y un modelo de aceleración empresarial, promete no solo enfrentar el desafío del envejecimiento en América Latina, sino también convertirlo en una oportunidad para desarrollar soluciones tecnológicas que mejoren la vida de millones de personas en las próximas décadas.
